De esta forma, el lobby turístico mantiene sus previsiones anunciadas en julio, gracias al repunte de la demanda interna, a costa de "fuertes" reducciones de precios y ofertas de última hora, frente al descenso en los principales mercados emisores, Reino Unido y Alemania, en torno al 10% y en niveles de hace cinco años.
Éste será el segundo año consecutivo que se contraiga el PIB turístico, que ya cerró el 2008 con una reducción del 1,6%, el peor dato de la década, y el noveno año consecutivo con una aportación de la actividad turística al conjunto de la economía por debajo de la media (-3,4%).
En rueda de prensa para hacer balance de la temporada veraniega y presentar las perspectivas para el cierre del año, el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, explicó que los meses de verano no han revertido la "intensa y generalizada" caída de las ventas y resultados del sector, lo que ha llevado a un número "relevante" de a "bordear o entrar" en números rojos en los tres últimos meses y en temporada alta.
"La guerra de precios ha hecho bajar la rentabilidad de manera sustancial al borde del límite del techo de gasto", aseguró Zoreda, quién no quiso aventurar una recuperación del sector de cara a 2010, ante unas expectativas "muy inciertas" con indicadores "muy débiles" en los principales mercados emisores.
Con respecto al mercado nacional, Baleares y Canarias, por su dependencia del turismo extranjero, y la Comunidad de Madrid, fueron las regiones más afectadas durante la temporada estival, frente a La Rioja, Navarra, Cantabria y Cataluña favorecidas por un mejor comportamiento de la demanda interna. De hecho, el 90% de los empresarios turísticos de las tres primeras ha visto caer sus ventas este verano.
Pérdida de competitividad
Zoreda apuntó que España pierde competividad de forma "clara" en el segmento de 'sol y playa', si se comparan estos datos con nuestros principales competidores con Turquía (0,9%), Egipto (-7,7%), Marruecos (2,5%) o Túnez (0,9%), con mayor afluencia de turistas extranjeros.
En línea con esta evolución, el índice de confianza entre los empresarios se situó en el tercer trimestre en el 64,5%, frente al 62,6% registrado hasta junio, según revela la Encuesta de Clima Empresarial elaborada por Exceltur. El 80,3% de las empresas turísticas redujo sus tarifas en verano -un 5,8% los hoteles, un 2% las agencias y un 1,3% las aerolíneas- y un 88,3% vio caer sus beneficios.
Por subsectores, compañías aéreas, hoteles y touroperadores, especialmente vinculados a los viajes de negocios, de son los más afectados, frente a las empresas de ocio, parques temáticos y empresas de alquiler.
El balance para los hoteleros es "muy negativo", con una ocupación media del 61,6%, en mínimos históricos, si bien los establecimientos urbanos han sufrido más la crisis frente a los hoteles vacacionales de la costa. Así, el 84,5% de los hoteleros vio mermar sus resultados el tercer trimestre y más de la mitad admite una caída fuerte en sus beneficios. Para el cierre del año, se prevé un descenso de las pernoctaciones más moderado del 3,5%, con una caída de los ingresos del 8,5%.
Ante este escenario, la evolución de la destrucción del empleo en el sector continuará al mismo ritmo que el de los últimos meses. Hasta septiembre, el número de afiliados a la Seguridad Social vinculados a la hostelería y a las agencias de viajes se contrajo hasta septiembre un 8% y un 5,9%, respectivamente. Casi el 70% de los empresarios reconocen que se seguirá manteniendo esta tendencia.
Demandas urgentes
Por otro lado, Exceltur instó al Ejecutivo a acometa "con urgencia" las medidas transversales que afectan a los distintos ministerios, adoptadas en julio por el Consejo de Ministros monográfico dedidado al turismo, y que convoque al Consejo Español de Turismo, en el que están representadas las comunidades autónomas, para una mayor cooperación público-privada que permita al sector ser más competitivo.
"El sector está muy atomizado, con un crecimiento desbordado, marcado por una clara sobreoferta patente en el sector aéreo", señaló Zoreda. Por ello, abogó por una nueva política que conjugue una visión "más equitativa e integral" y que no prime a operadores "a granel" ni provoque agravios comparativos, en referencia a las 'low cost', sin tener claro el valor añadido que aportarán a finalmente a los destinos, frente a las compañías tradicionales o touroperadores.
Asimismo, exigió la incorporación del turismo como sector piloto al nuevo modelo que pretende impulsar el Ejecutivo con la futura Ley de Economía Sostenible; la asignación de recursos suficientes para los municipios turísticos en el Plan de Inversión Local para 2010; un impulso de los planes de reconversión integral de destinos maduros y del programa Turismo Social Europeo y que se acelere la puesta en marcha del 'cielo único europeo' durante la próxima presidencia de España en la UE en el primer semestre de 2010.