L D (Agencias) Una de las principales conclusiones del Libro Blanco sobre la reforma de la regulación de la generación eléctrica, encargado por el Gobierno al profesor José Ignacio López Arriaga y hecho público este martes, es que existe un alto grado de concentración horizontal en el mercado, donde dos agentes, en referencia a Endesa e Iberdrola, que controlan el 80 por ciento de la generación eléctrica, son capaces de influir en la determinación de los precios.
Rafael Miranda, después de recordar que el grado de concentración es "más bajo" en España que en otros países europeos, consideró que existen mecanismos "suficientes" para controlar el excesivo poder de mercado de algunas empresas, entre los que citó las subastas virtuales de energía, y apostó por desarrollarlos y profundizar más en ellos, antes de afrontar otras soluciones, como la venta de activos.
Iberdrola, por su parte, subrayó este miércoles que no comparte ni el análisis ni las propuestas sobre el mercado de generación de electricidad que figuran en el Libro Blanco. En un comunicado, la eléctrica puntualizó que las deficiencias del mercado eléctrico puestas de manifiesto en un documento "muy denso y teórico" tienen su origen en "problemas regulatorios y no en la actuación de los agentes".
En esta línea, alertó sobre las consecuencias que podría tener la aplicación de las propuestas del Libro Blanco en las cuentas de resultados de las compañías eléctricas, así como en su valoración bursátil. Del mismo modo, avisó sobre el peligro de que la teoría del "consultor" Pérez Arriaga pueda ser aplicada a otros sectores, como el de las telecomunicaciones o el petrolero, "que mantienen concentraciones de poder similares a la del sector eléctrico". "Propuestas como las planteadas en el Libro Blanco pueden, en conjunto, resultar dañinas para el tejido industrial español", apostilló la empresa.
Añadió, incluso, que el texto "rebasa" en algunos asuntos el espíritu de la Ley del Sector Eléctrico español, así como de la normativa comunitaria. Iberdrola también hizo hincapié en que, de ponerse en práctica los planteamientos de Pérez Arriaga respecto a la asignación de derechos de emisión, España no cumpliría sus compromisos medioambientales. En general, la empresa reiteró que se opone a cualquier tipo de medida contraria al proceso de liberalización iniciado en el negocio eléctrico a raíz de la aprobación de la Ley sectorial en 1997.
Además, recordó que el Libro Blanco no es vinculante para el Gobierno, por lo que aplaudió la decisión de Industria de remitir el estudio a la Comisión Nacional de Energía (CNE) para que el regulador realice las precisiones pertinentes. Como propuestas positivas del documento, la empresa cita las relativas a una nueva metodología tarifaria y al fomento del Régimen Especial (energías renovables y cogeneración), así como algunas mejoras en aspectos técnicos de la operación del sistema y del mercado.
Profundizar en la liberación
La compañía que preside Iñigo de Oriol reconoce que se debe llevar a cabo una revisión del actual modelo regulatorio de la generación eléctrica para solucionar problemas de carácter estructural detectados en los últimos años, que se han visto agravados este ejercicio por otros de tipo coyuntural (sequía, precio de los combustibles y fuerte incremento de la demanda).
Entre los problemas de fondo hizo referencia a una capacidad de generación "insuficiente", el derroche de energía, el alejamiento de los objetivos medioambientales del Protocolo de Kioto, la dependencia energética del exterior, los problemas en la red de distribución y el déficit de tarifa.
A su juicio, las reformas necesarias deben ofrecer soluciones a largo plazo para un sector intensivo en capitales y tienen que seguir profundizando en la liberalización eléctrica, "por la que han apostado tanto el Gobierno español como la Unión Europea". Para la empresa, cualquier cambio regulatorio tiene que mirar al futuro y no al pasado y atender a las circunstancias del contexto europeo en el que opera.
En este sentido, Iberdrola recordó que la situación existente en 1997 ya ha cambiado y que en 2007 la realidad será que en el sector competirán 15 operadores, con más de 30.000 megavatios (MW) de potencia, y ninguno con una cuota superior al 25% del mercado ibérico. La eléctrica también aprovechó para señalar que, a día de hoy, España figura por debajo de la media europea en cuanto al poder del mercado de producción de su mayor eléctrica, frente a países como Grecia, Bélgica, Francia, Irlanda, Portugal, Chequia, Italia y Austria. Para 2007, Alemania, Hungría y Holanda también superarán a España en concentración sectorial. "El español estará, en definitiva, entre los tres mercados eléctricos menos concentrados de la Unión Europea", concluyó la empresa.
Aspectos positivos
El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda reconoció algunos aspectos positivos del Libro Blanco. En cuanto al cobro de los Costes de Transición a la Competencia (CTC), Miranda afirmó que el texto de Arriaga establece fórmulas de recuperación "razonables" y que están "cercanas" a los cálculos hechos por Endesa. Asimismo, consideró positiva la apuesta del Libro Blanco por una regulación "predecible" y basada en los principios de la Ley del Sector Eléctrico de 1997, las propuestas para mejorar la garantía de potencia y el reconocimiento de que la tarifa debe reflejar los costes reales de la producción de electricidad.
Por su parte, Iberdrola como propuestas positivas del documento cita las relativas a una nueva metodología tarifaria y al fomento del Régimen Especial (energías renovables y cogeneración), así como algunas mejoras en aspectos técnicos de la operación del sistema y del mercado.