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"Nos opondremos a cualquier subida de impuestos que proponga el Gobierno"

Rajoy ha inaugurado el curso político con un discurso centrado, sobre todo, en la economía. Su principal crítica ha ido dirigida al anuncio de Zapatero de una reforma fiscal para tapar el agujero en las arcas públicas. El PP, ha dicho, se opondrá a "cualquier subida de impuestos".

Rajoy ha inaugurado el curso político con un discurso centrado, sobre todo, en la economía. Su principal crítica ha ido dirigida al anuncio de Zapatero de una reforma fiscal para tapar el agujero en las arcas públicas. El PP, ha dicho, se opondrá a "cualquier subida de impuestos".

Rajoy se pronunció así en un acto en el castillo de Sotomayor (Pontevedra), un lugar que los "populares" han elegido por cuarto año consecutivo para iniciar el curso político y donde el líder de la oposición afirmó que subir los impuestos sería darle una vuelta de tuerca más a las maltrechas economías de las familias.

Según el presidente del PP, si se suben los tributos los españoles "van a tener que pagar los errores y las gracietas" de Zapatero, por lo que el principal partido de la oposición se opondrá a esta medida.

En su discurso, Rajoy recalcó que desde su partido "se opondrán a cualquier subida de impuestos que proponga" porque van a suponer "más recesión y más paro". "El PP se va a oponer a cualquier subida de impuestos", resolvió el presidente del PP, y lo contrapuso con que "el PP siempre apoyará a los emprendedores, a los que tengan un bar, un taller o a cualquiera que sea capaz de genera empleo".

Mariano Rajoy hizo hincapié en la necesidad de que España cuente con un Gobierno "austero" y lamentó que, en la actualidad, con lo que cuenta es con Zapatero, que "es una máquina de gastar dinero que no hay y el de los españoles". "Está endeudando e hipotecando", resumió y reclamó que su deber es "generar confianza".

"España necesita un Gobierno que dé seguridad", continuó el presidente de los 'populares', quien aseveró que los ciudadanos "tienen que saber a qué atenerse" frente a un presidente del Gobierno que se ha convertido "en una máquina implacable de emitir palabras que nadie se cree y en el mejor antídoto contra la generación de confianza".

"No se puede tener un Gobierno que contente a todos, pero sí que diga a dónde va", constató, y aseguró que España "tiene potencia para crear bienestar, riqueza y empleo".

En su intervención, Rajoy realizó un repaso por las últimas medidas y anuncios del Ejecutivo central y concluyó que España tiene "dos importantes problemas, el paro y la situación económica y la incapacidad del Gobierno para afrontar la crisis".

Recordó datos como el de la caída de PIB en un 4,2%, de la que advirtió que se trata de la "mayor" en la historia del país o datos como la bajada del crecimiento económico en un 1,1% frente a países como Francia y Alemania, que han mantenido una subida.

"El desplome no encuentra parangón, ése es el balance de Zapatero y los 1.400.000 personas que perdieron su puesto de trabajo", concluyó el presidente de los 'populares', quien constató que "España se aleja de Europa y Europa se aleja de España".

Por el contrario, Rajoy aseguró que el PP "está en el centro de la política del país y va por el buen camino", aunque queda "mucho por recorrer". "Este curso va a ser difícil y estará marcado, desgraciadamente por la crisis", auguró, y lamentó no tener "ninguna confianza en las políticas que pueda poner en marcha el Gobierno, porque no tiene ningún plan y no sabe adónde va".

Afirmó que los populares "presentarán alternativas" en el Congreso y están "dispuestos a hablar". Sin embargo, avisó de que "no están dispuestos a hacerse fotos para no decir nada, ni una idea.

Durante su intervención, Rajoy también censuró el "fracaso total y absoluto" del diálogo social y acusó al Gobierno de haber sido "incapaz" de poner de acuerdo a la patronal y sindicatos. En la misma línea, criticó que "no haya acuerdo de financiación autonómica, sino una imposición" y que, ahora mismo, "no se haya dicho a los españoles cuánto les toca a cada uno".

 Del mismo modo, reprobó –entre las acciones de los últimos dos meses– que decidiese que el cierre de Garoña se realice en 2013, obviando al consejo general de la energía. "Si le parece mal, que la cierre ya, pero ¿por qué en 2013?", se preguntó.

 Además, le acusó de "improvisar" y calificó de "chapuza" la medida de 420 euros para parados sin prestación. "Lo aprueban el 13 de agosto y Zapatero dice ayer que está dispuesto a modificar lo que aprobó hace media hora", ilustró.

Finalmente, se refirió a la intención de incrementar los impuestos y censuró que "no se sabe" sobre qué tasas gravará. "Lo único que es seguro con él son más paro y recesión", apuntó en alusión a Zapatero.

 

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