"España tardará más en recuperarse que otros países europeos", ya que el Viejo Continente crecerá un 1,6% gracias a la pujanza del comercio exterior, con Alemania como el país más beneficiado dada su naturaleza exportadora.
La previsión de la firma para Estados Unidos cifra el crecimiento el próximo año en el 3,6%, gracias a las medidas de estímulo articuladas, y el sector inmobiliario tenderá hacia la estabilización, aunque persistirá la debilidad del consumo.
El Producto Interior Bruto (PIB) mundial aumentará un 3,9% en 2010, con el primer semestre marcado por el crecimiento, y el segundo por una cierta estabilización, sin riesgos de vuelta a la recesión, pero con años de crecimiento por debajo del potencial debido a la necesidad de reducir el excesivo endeudamiento de gobiernos, empresas y familias.
Por su parte los países emergentes tendrán mayor crecimiento gracias a la evolución de la demanda domestica, mientras que el dinamismo de China beneficiará a todo el mundo, ya que la mitad del crecimiento del planeta azul procederá del gigante asiático.
Según Deutsche, las razones de la recuperación están "en la respuesta sin precedentes de los Estados ante la crisis", con medidas como la rebaja de tipos de interés, los impulsos fiscales, las ayudas al sistema bancario y la expansión monetaria.
De cara al futuro, la recuperación "estará basada en la reconstrucción de existencias y en las inversiones en el sector exterior", recalcó la economista del centro de inversiones de Deutsche Bank, Rosa Duce.
Cómo invertir
Con este panorama, Deutsche apuesta por una cartera conservadora y diversificada, compuesta principalmente por bonos (33% de la inversión total) tanto corporativos como soberanos, seguidos de la renta variable, con un mayor peso en países desarrollados (16%) y menor en emergentes (10%).
Un 15% de la inversión total se localizaría en fondos de retorno absoluto, y el resto (26%) se repartiría entre diversas inversiones: materias primas, inmobiliario e infraestructuras, monetario y private equity.
Para Deutsche, las bolsas seguirán teniendo recorrido hasta fin de año y primera mitad del 2010, ya que la mejora de los beneficios empresariales y la baja inflación permitirán mantener las políticas monetarias expansivas, lo que podrá generar mayor demanda de activos de riesgo como la renta variable o las materias primas.