En este contexto, el margen de intermediación -diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos- se elevó un 8,8 por ciento; el margen ordinario -que añade los ingresos por comisiones y operaciones financieras- creció un 7,06 por ciento, y el de explotación o típico de la actividad bancaria subió un 12,3 por ciento. La cartera crediticia bruta del banco al cierre de septiembre se elevaba a 200.842,1 millones, lo que implica un aumento del 15,39% y el total de recursos gestionados superaban los 353.028,5 millones, un 11,28% más.
El resultado ordinario del tercer trimestre ascendió a 786 millones de euros, lo que supone un 23,4% más que el mismo trimestre de 2003. La cuenta de resultados refleja variaciones positivas en todos los márgenes. El margen de explotación acumulado de enero a septiembre supera en un 12,3% al del mismo periodo de 2003. Los resultados están por encima de las previsiones de los expertos, que esperaban unas ganancias de 2.620 millones de euros.
La cuenta de resultados muestra, igual que en los trimestres anteriores, un aumento del volumen de negocio tanto en Europa como en América, que combinado con el control de gastos y la mejora de la calidad del riesgo se han traducido en un crecimiento del margen de explotación o típico bancario del 12,3 por ciento, hasta los 4.882 millones de euros.
Además, el crecimiento de la actividad ha hecho posible que el margen de intermediación, que mide la diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos, se elevara el 8,8 por ciento, hasta los 6.440 millones de euros, lo que compensó las caídas de tipos de interés en algunos países iberoamericanos, explica el banco. Esta progresión del negocio también tiró de las comisiones, que crecieron el 10,2 por ciento, tanto las que se cobran por la gestión de fondos de inversión y de pensiones, como las vinculadas a seguros y tarjetas, mientras que la "debilidad" de los mercados ha hecho caer las comisiones por la gestión de valores.
Esta misma circunstancia también ha hecho retroceder los resultados por operaciones financieras un 16,7 por ciento, hasta los 700 millones de euros, lo que, unido al "control de costes", que se han elevado sólo un 3 por ciento, ha hecho que el margen ordinario creciera un 7,06 por ciento, hasta los 10.556 millones de euros. En cuanto a la inversión crediticia, la cuantía total ascendía a cierre de septiembre a 200.842 millones de euros, el 16,9 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Dentro de esta partida, las hipotecas siguen tirando con fuerza de la actividad comercial en España, donde han crecido el 30,6 por ciento, aunque su peso se va reduciendo en el conjunto del crédito, debido al aumento de otras modalidades.
La expansión del crédito no ha impedido que morosidad siguiera bajando, hasta situarse en el 1,26 por ciento, frente al 1,69 por ciento de un año antes, al tiempo que la cobertura ante posibles insolvencias alcanza ya un 205 por ciento para el conjunto del Grupo. Los recursos gestionados de clientes también tuvieron una progresión positiva, ya que crecieron el 11,3 por ciento y se elevaron a 353.029 millones, gracias al tirón de los depósitos, los fondos de inversión y los planes de pensiones. En cuanto a la aportación al beneficio neto de las distintas áreas de negocio, la banca comercial de Europa representa el 53 por ciento; la banca comercial en América, el 29 por ciento; la banca mayorista global, el 9 por ciento, y la gestión de activos y banca privada, el 9 por ciento restante.
En Iberoamérica, por el contrario, el beneficio neto del grupo ha retrocedido el 1,3 por ciento, hasta los 1.025 millones de euros, una cantidad que sería positiva si no fuera por el efecto de los tipos de cambio, por lo que la entidad considera que la evolución del negocio "es favorable". Por otra parte, los fondos de comercio pendientes de amortización se elevaban a finales de septiembre a 7.315 millones de euros, lo que supone un retroceso del 15,2 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, debido a la amortización acelerada de Banespa. A cierre del tercer trimestre, el Grupo Santander tenía unos activos totales propios de 29.636 millones de euros. El ratio de eficiencia de la entidad, es decir, el porcentaje de ingresos que consumen los gastos, mejoró 1,7 puntos o el 47,3 por ciento, en tanto que el ROE -rentabilidad sobre recursos propios- avanzó 2,4 puntos, hasta el 16,6 por ciento.