El ex secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, se mostró este martes partidario de un recorte de las subvenciones a partidos políticos y sindicatos, como ha propuesto el PP, aunque matizó que "antes debe llegar el cuchillo a otros sitios, como empresas y organismos públicos".
"Me parece bien que si todo hay que recortarlo, se limiten también subvenciones a partidos políticos y organizaciones sindicales", señaló Fidalgo en declaraciones a Telemadrid recogidas por Europa Press.
Por otro lado, el ex líder de CC.OO refirió a la posibilidad de que los sindicatos convoquen una huelga general como la de 2002 y dijo no saber si los sindicatos hubieran reaccionado igual con un gobierno de derechas que ante el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, recordó que los gobiernos socialistas son los que más huelgas generales han sufrido. De hecho, recordó que le pareció "insólito que Aznar provocase una huelga general". "Pactamos reformas laborales, pensiones, etc. Nos sorprendió que irrumpiera con el 'decretazo' y lamenté mucho aquella huelga. Aznar lo sabe", añadió.
Medidas insuficientes
Por otro lado, Fidalgo consideró que las medidas de ajuste anunciadas por Zapatero "no son suficientes" y "se deberían haber tomado hace un año". Más aún, preguntado sobre la posibilidad de que el presidente del Gobierno saque a España de la crisis, señaló: "sacarnos a tantos del mismo sitio es un milagro". "No veo a Zapatero como un personaje muy milagroso", abundó.
En el capítulo fiscal, el ex secretario general de CC.OO. indicó que nunca fue partidario de rebajas fiscales cuando el ciclo estaba alto, ya que "si se hacen políticas fiscales pro cíclicas, que inflan más el ciclo, se está condenado a hacer lo mismo cuando llega un ciclo bajo".
En su opinión, "primero, hay que hacer un ajuste en las Administraciones Públicas, y luego, puede que subir los impuestos, pero viendo muy bien cuáles, cuándo y cómo".
Reforma laboral
En materia de reforma laboral, Fidalgo recordó que los agentes sociales llevan sentados año y medio para acordarla y aseguró que ello significa "que la quieren todos".
En cuanto al peso de las autonomías, Fidalgo no se inclinó hacia una merma en las competencias, sino hacia la creación de una norma que regule la responsabilidad fiscal de las administraciones. "Somos el único caso en el que se dan competencias y luego no se tiene ninguna responsabilidad fiscal", añadió.