La idea de que la caída en bolsa se debía a una especie de ataque orquestado se comenzó a difundir este fin de semana aunque ya el viernes Zapatero advirtió que él no hacía reformas "para los mercados".
El domingo, El País afirmaban en un artículo que "van a por España", en alusión a los ejecutivos de Bolsa, y La Vanguardia contaba que Zapatero ya se decantaba por esta interpretación de los hechos el mismo jueves negro tras su desayuno de oración con Obama. Según el diario, Zapatero habría explicado a los empresarios con los que viajó que gurús con un pobre conocimiento de España estaban desgastando la imagen de nuestro país y culpaba también a los centros financieros de Londres, interesados, en su opinión, en competir con el euro.
José Blanco y Leire Pajín han sido los encargados de difundir el mensaje este lunes. El ministro de Fomento ha hablado de "ataques", "demonización" y mensajes apocalípticos en una entrevista en la Ser: para Blanco, hay "maniobras turbias y resistencias claras" por parte de especuladores internacionales y apuntó que "nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos, es casual o inocente". La socialista, mientras, culpaba también a Rajoy.
Su intención, mientras Salgado y Campa iniciaban gira para tratar de rehacer la maltrecha imagen de España, era trasladar a los ciudadanos la idea de que el Ejecutivo no tiene nada que ver en la falta de confianza en la economía española. Sus excusas, sin embargo, han tenido una repercusión inesperada: Financial Times se ha hecho eco de sus declaraciones en un blog en el que se burlan de las confabulaciones de las que habla el ministro.
El diario, en su versión digital, traduce las palabras de Blanco para darlas a conocer a sus lectores y califica de "simple" su visión de los hechos. La periodista no duda en reírse del ministro, al que llama "un poco paranoico".
Recuerda el diario que la burbuja inmobiliaria española sí es un problema específico de nuestro país y apunta que ya en alguna ocasión gobiernos europeos han optado por hablar de un "cruel complot" para responder a los malos datos económicos. Dice que en 2009 ya se habló desde la Comisión europea de un "malvado lobo especulador" que estaría provocando la bajada del euro y comparan esas palabras con las declaraciones que ahora se hacen desde España para justificar la situación.