LD (EFE) El déficit francés alcanzó el año pasado los 63.200 euros, 13.700 más que en 2002, el mayor desde 1996, cuando también alcanzó el 4,1 por ciento del PIB.
Se trata del segundo año consecutivo en que el déficit de Francia viola el techo del 3 por ciento del PIB fijado por el Pacto europeo de Estabilidad. El Gobierno francés prevé un déficit público del 3,6 por ciento este año y por debajo del 3 por ciento en 2005.
Según el INSEE, el deterioro de las cuentas en 2003 se debe principalmente al bajo crecimiento de los ingresos –un 2,4 por ciento, tras un 2 por ciento en 2002 y un 3,5 en 2001– debido a la debilidad de la economía francesa. Aunque el ritmo de aumento del gasto público se ralentizó hasta situarse en un 3,9 por ciento, tras el 5,5 por ciento de 2002, se trata del tercer incremento anual consecutivo del gasto en relación con el PIB.
El gasto público francés representó el 54,7 por ciento del PIB en 2003, comparado con un 53,6 por ciento en 2002 y un 52,6 por ciento en 2001. Entretanto, el índice de retenciones obligatorias (impuestos y cotizaciones sociales) se mantuvo "estable" en un 43,9 por ciento del PIB, una décima más que el año anterior.
La deuda pública de Francia aumentó un 9,5 por ciento en 2003 hasta alcanzar los 980.000 millones de euros, equivalentes al 63 por ciento del PIB. Este aumento de casi 85.000 millones se debe principalmente, según el INSEE, al déficit, a la participación del Estado en la ampliación de capital de France Telecom y a las necesidades de tesorería generadas por cambios en el Fondo de Reserva de las pensiones.
El INSEE señala que el deterioro de las cuentas públicas del Estado en 2003 concierne a "todos" los sectores institucionales de las administraciones públicas, pero recalcó que las de la Seguridad Social son las que más contribuyen a esa degradación a causa del agravamiento de los números rojos de los seguros de enfermedad y desempleo.
El déficit en 2003 habría sido más elevado sin el pago al Estado de 1.220 millones de euros por parte la empresa eléctrica estatal EDF en concepto de atrasos fiscales, según las órdenes de la Comisión Europea. Además, en las cuentas del Estado figura un recargo de 233 millones de euros, parte de la multa y de una fianza no restituible previstas por el pacto suscrito por Francia con la justicia de Estados Unidos en el caso de la compra ilegal de Executive Life por el entonces banco público Crédit Lyonnais hace más de diez años.