Hola, alcalde. Por cierto, qué pasó con esas personas que sacaste de sus casas, ¿tiene ya donde vivir?
Qué más da, ¿verdad?, nadie te pregunta, en este mundo nadie se interesa por alguien que no sea él mismo; es la maravillosa democracia que se nos vende todos los días pero que cada vez cuela menos entre la gente que se dedica, aunque sólo sea un segundo, a pensar en este infierno de sociedad que habéis creado.