El vicepresidente de Planificación Corporativa y de Alianzas de General Motors, John Smith, explicó que su compañía anunció hace un año su intención vender Hummer, como parte de su estrategia de centrarse en sus marcas principales (Cadillac, Chevrolet, GMC y Buick).
"Hemos considerado un número de posibilidades para Hummer durante el camino, y estamos decepcionados porque el acuerdo con Tengzhong no pueda ser completado", afirmó Smith, al tiempo que destacó que a partir de ahora General Motors trabajará de cerca con los trabajadores de Hummer, con sus concesionarios y proveedores para finalizar la actividad de la empresa de una forma "ordenada y responsable".
La corporación que preside Ed Whitacre explicó que continuará dando todas las garantías a los clientes de la firma de todoterrenos, así como que asegurará el suministro de recambios para los propietarios de uno de estos vehículos en todo el mundo.
La ruptura de las negociaciones en relación con la venta de Hummer con Tengzhong se producen después de que ambas compañías hubieran extendido en varias ocasiones los plazos para cerrar un trato. Además, las autoridades manifestaron en diferentes ocasiones sus reticencias al cierre de esta operación.
En octubre de 2009, General Motors alcanzó un acuerdo con Tengzhong para la venta de Hummer. Según lo acordado, la firma china adquiriría Hummer a través de una entidad de inversión que ostentaría una participación del 80% en la compañía, mientras que el 20% restante quedará en manos del inversor de hongkonés Suoland Duoji.
La transacción quedó sujeta a condiciones de cierre y al visto bueno de los reguladores de Estados Unidos y de China. El acuerdo de compra incluía la propiedad de la marca, y nombres de comercialización, licencias de fábrica y los acuerdos de distribución existentes con la red de concesionarios Hummer.
Antecedentes
El plan de reestructuración de General Motors contempla concentrar la estrategia de la compañía en Estados Unidos en sólo cuatro marcas: Cadillac, Chevrolet, GMC y Buick. En Europa, tras revocar el plan para vender Opel a Magna, la compañía decidió mantener en propiedad el fabricante alemán.
Además, General Motors cerró esta misma semana la venta de la firma sueca Saab al fabricante holandés de deportivos de lujo Spyker. La corporación estadounidense anunció en diciembre su intención de proceder al cierre ordenado de Saab, pero un acuerdo 'in extremis' con Spyker permitió salvar la marca escandinava.
En Norteamérica, las dos marcas afectadas por el ajuste de General Motors han corrido peor suerte. El consorcio decidió eliminar la firma Pontiac de forma irrevocable, y fracasaron además los planes para vender Saturn al grupo Penske.