El Gobierno griego ha cerrado el acuerdo sobre su plan de austeridad con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), necesario para desbloquear la ayuda financiera con la que evitar la bancarrota del país, informó hoy el canal estatal NET.
Fuentes gubernamentales consultadas por Efe aseguraron que ahora los negociadores griegos están supervisando los aspectos legales del texto.
Los encargados de esa tarea son el ministro de Defensa, Evangelos Venizelos, experto en derecho constitucional; el ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu; y Jaris Pambúkis, hombre de confianza del primer ministro, Yorgos Papandréu.
El plan de austeridad será presentado mañana en un Consejo de Ministros extraordinario a las 9.30 horas (06.30 GMT) y dado a conocer a la prensa en una comparecencia posterior de Papaconstantinu.
Atenas negociaba desde hace casi dos semanas un programa de consolidación fiscal trienal con el FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE), una condición previa para acceder a los fondos internacionales de hasta 135.000 millones de euros que salven al país de la bancarrota.
Para reducir el déficit, que en 2009 escaló al 13,6% del Producto Interno Bruto (PIB), hasta el 3,6% en el año 2013, el Gobierno griego se compromete a recortar los sueldos de los funcionarios, detener las contrataciones públicas y congelar los salarios en el sector privado durante tres años.
Además, las pensiones también disminuirán, las de más de 600 euros mensuales pasarán de 14 pagas anuales a 12, según los medios griegos.
También subirán los impuestos sobre alcohol, tabaco y gasolina un 10% y se incrementará el impuesto del IVA dos puntos, hasta el 23%, en la que es la segunda subida de este gravamen este año.
El Ministerio de Finanzas calcula que las medidas ahorrará a las arcas públicas unos 11.900 millones de euros, parte de los 28.800 millones de euros, más del 10% del PIB, que se necesitan para cumplir con los objetivos de reducción del déficit.
La presentación mañana de las medidas se produciría horas antes de la reunión extraordinaria de los dieciséis ministros de Finanzas de la zona euro para analizar el plan de ajuste y la eventual activación de la ayuda financiera internacional prometida a cambio.
Esta es la primera vez en los once años de historia de la moneda única europea que uno de los miembros de la zona ha de ser salvado de la bancarrota por su incapacidad para refinanciar su deuda en los mercados internacionales.
Conocedores de las implicaciones del plan de austeridad, cuyo cumplimiento supervisará el FMI, alrededor de 20.000 manifestantes acudieron hoy a la convocatoria de los principales sindicatos griegos en Atenas para mostrar su rechazo a las medidas durante el Día del Trabajo.
"Tememos que traerá una explosión social, la recesión y un estancamiento de la economía", advirtió a Efe Ilias Iliópulos, secretario general del mayor sindicato de empleados públicos, Adedy.
Los sindicatos utilizaron la jornada de hoy como un ensayo general para la huelga general del próximo miércoles.
Pese al carácter pacífico mayoritario de las protestas, la policía tuvo que cargar varias veces con gases lacrimógenos en Atenas y Salónica contra grupúsculos radicales que destrozaron escaparates y atacaron a los agentes con piedras y cócteles molotov.