Además, en un comunicado, la organización ecologista advierte a los visitantes de que "serán decepcionados, en caso de que esperen novedades revolucionarias del sector automovilístico", a pesar de que marcas como las alemanas están realizando importantes avances en el campo de los coches híbridos, que reducen considerablemente el uso de gasolina y las emisiones de CO2.
Greenpeace considera criticable que los productores automovilísticos apuesten por placer de la conducción y el prestigio, mientras que, en opinión de la organización radical ecologista los fabricantes como Mercedes Benz, Audi y Volkswagen redujeron "con poco entusiasmo" el consumo de sus vehículos.
La apuesta, según Greenpeace, debería ser por el vehículo eléctrico, al que califica como "sano", sin embargo, una de las firmas criticadas, Audi, ha presentado en el Salón del Automóvil de Fráncfort su primer coche eléctrico, el e-tron, un deportivo de alto rendimiento con 313 caballos de potencia, parecido al R-8 en formato biplaza. Y junto a Audi otros fabricantes europeos mostraron voluntad de cambiar la era del automóvil con modelos eléctricos e híbridos.
Incluso, los productores de deportivos llevaron al Salón versiones híbridas de algunos modelos, como Jaguar con la berlina de lujo XJ con emisiones por debajo de 120 gramos por kilómetro. BMW, por su parte, pondrá en el mercado sus primeros híbridos a mediados del próximo año, el ActiveHybrid 6, y a final de año, el ActiHybrid 7.
Mercedes, que en junio puso en el mercado su primer híbrido, el S400 Hybrid, muestra en Fráncfort su primer enchufable, el S 500 Hybrid Plug-In, que consume 3,2 litros cada 100 kilómetros, con una emisión de 74 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro.