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Griñán lamenta la "sobreactuación" de ERC en el debate de financiación

El presidente de Andalucía venía este jueves dispuesto a defender con uñas y dientes el modelo de financiación autonómica que tras largos meses de negociación se ganó el sí de los barones socialistas. Sin embargo, no ha podido evitar que se le escapara alguna crítica.

Acompañado de buena parte de su gobierno y, por supuesto, de su antecesor, Manuel Chaves, José Antonio Griñán participó este jueves en los desayunos informativos de Europa Press dispuesto a defender el papel de los sucesivos gobiernos socialistas en la situación económica andaluza y también a alabar, pese a las críticas, el nuevo modelo de financiación autonómica.

En su intervención previa, Griñán hizo un encendido elogio del Estado de las Autonomías y definió a su región como la “garante de la igualdad de todos los españoles”, también ahora en el debate de la financiación. Del nuevo modelo, reiteró en varias ocasiones que garantiza la “igualdad de acceso a los servicios fundamentales” y dijo de él que es un “paso hacia delante” en la construcción del estado autonómico. Zapatero pocos días antes había ido más allá al hablar de un “verdadero” Estado de las autonomías.

En el turno de preguntas, continuaron las alabanzas pero Griñán debió referirse a asuntos más incómodos, como el destacado papel de Cataluña y ERC o las tensiones con el PSC. Preguntado sobre la “bilateralidad” en la negociación con la Generalidad, se limitó a decir que cuando el Gobierno hablaba con él, “también era bilateralidad”. La negociación “multilateral”, alegó, llegó con la reunión de todos los actores en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

En cuanto al papel del tripartito en las últimas horas antes de llegar al acuerdo, Griñán reconoció “una puesta en escena discutible” y admitió que “algún actor ha sobreactuado”. Se refería, sin duda, a ERC y sus amenazas para romper un pacto que no terminaba de llegar. El presidente regional achacó esa sobreactuación a un “conflicto entre nacionalismos en Cataluña”. Sobre el PSC, dijo que las negociaciones no habían “puesto en peligro” la relación con el PSOE. Preguntado sobre los reproches que pudo hacerle a los socialistas catalanes, sólo apuntó que “si los he hecho, los he hecho porque debía hacerlos”. Y agregó que lo hizo “a la cara”

Griñán no quiso ahondar en los entresijos del largo camino recorrido hasta la llegada del criticado nuevo modelo y se esforzó por tratar de convencer de que ahora está garantizada la “igualdad en todo el Estado”. Explicó que habrá “más recursos adicionales para todos” pero no se refirió al hecho de que Cataluña se lleve más de un tercio de ese fondo. El resto fueron elogios, dirigiéndose en algún momento al secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que le miraba desde las mesas. El guión de las conversaciones, dijo, estaba “perfectamente escrito”.

La nueva caja andaluza

El otro asunto del que se esperaba una reacción de Griñán era la proyectada fusión de Caja Sur y Unicaja. El presidente andaluz trató de evitar cualquier tipo de declaración en torno a la negociación alegando que su Gobierno sólo puede pronunciarse cuando la fusión haya llegado al Consejo de Gobierno. Sin embargo, sí dijo que su Ejecutivo cree en “un sistema financiero propiamente andaluz” para solucionar los “desafíos inmediatos”. El presidente autonómico apuntó que este “movimiento”, en alusión a la fusión, va en la “dirección” de dejar tres grandes cajas en la región y pidió que el “consenso” actual en los consejos de Administración se extienda después a otros ámbitos y no se empiece con la “discusión política”.

Defendiendo en todo momento la, dijo, “función social y política” de las cajas, Griñán no quiso pronunciarse sobre posibles futuros movimientos hacia cajas de otras comunidades autónomas, como Extremadura. En sus respuestas, sí apuntó que si se llega a formar una “gran caja” andaluza, su sede debería estar en Andalucía.

 

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