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Hungría se desdice y afirma ahora que no hay riesgo de bancarrota

Menos de 24 horas ha tardado el Gobierno húngaro en desdecirse. Si ayer señaló que el País corría serio riesgo de quiebra y reconocía que el anterior ejecutivo había falseado datos, hoy ha dicho que tampoco hay que exagerar. La UE apunta en el mismo sentido.

El nuevo gobierno conservador de Hungría ha tratado de tranquilizar los ánimos en los mercados internacionales asegurando que la situación económica del país esta estabilizada y no existe el peligro de una bancarrota.

Mihály Varga, presidente de la comisión gubernamental para investigar el estado real de económica de Hungría, manifestó ante la prensa en Budapest que "la situación está estabilizada".

El secretario de Estado agregó que los comentarios de varios políticos de su partido, el conservador Fidesz, sobre una posible bancarrota de Hungría, fueron "exageradas" y "desafortunadas".

Un portavoz del gobierno había advertido que el déficit público del país podría ser mucho más elevado de lo pensado, lo que causó una fuerte bajada de las bolsas europeas.

Otro dirigente del gobernante partido Fidesz, Lajos Kósa, hasta comparó la situación de Hungría con la de Grecia, sobre todo en cuanto a la posible manipulación de datos económicos.

El índice general de la bolsa de Budapest bajó un 3,3%, mientras que la moneda húngara, el florín húngaro, se depreció un 2% con respecto al euro, a su nivel más bajo en un año. No obstante, para enfrentar la crisis las autoridades húngaras ya habían recurrido a la devaluación de la moneda.

Ante esta situación, el Banco Nacional de Hungría (MNB) intervino ayer por la tarde asegurando que la economía del país está en vía de recuperación y pronosticó para el año 2010 un déficit presupuestario del 4,5% del PIB, mientras que constata una "considerable mejora" en los balances de pagos.

En ese sentido, Varga dijo que el plan del Gobierno sigue siendo alcanzar un déficit del 3,8 por ciento, tal y como estaba previsto por el anterior ejecutivo y la Comisión Europea.

Sin embargo, para ello "es necesario actuar inmediatamente", realizando cambios estructurales, agregó el dirigente del Fidesz, aunque destacó que la financiación de la deuda pública húngara no está en peligro.

Según muchos analistas húngaros, las palabras de los políticos conservadores sobre la posible bancarrota "eran de uso interno" en medio de la crispación política que sufre el país desde hace años.

Varga aseguró este sábado que la comisión de dirige ha aclarado que "existen grandes diferencias" entre los datos publicados por el gobierno anterior y "la realidad".

Fuentes del gobierno magiar habían advertido en los últimos días de la posibilidad de que el déficit presupuestario suba este año hasta el 7,5% del PIB.

Dando ejemplos de estas diferencias Varga enumeró hoy los ingresos de impuestos, los gastos del sector público, los gastos generados por las compañías públicas de transporte, como la línea aérea Malév, la ferroviaria MÁV y el transporte urbano de Budapest, así como en el caso de los de seguridad social.

"El gobierno de (Gordon) Bajnai mintió y no presentó la realidad", enfatizó el secretario de Estado, asegurando que habrá que determinar "quiénes son los responsables" de que no se publicaran las cifras correctas y tomar las medidas adecuadas.

Hungría es uno de los países que se vieron más afectados por la crisis financiera de 2008 y en octubre de ese mismo año tuvo que acudir a una préstamo internacional de 20.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Mundial (BM) y la UE para salvarse de la bancarrota.

El gobierno del economista independiente Gordon Bajnai, que gobernó durante un año, hasta abril de 2010, introdujo una serie de severas medidas para estabilizar las cuentas públicas.

Los expertos del gobierno húngaro recibirán la próxima semana a una delegación del FMI para analizar la situación.

El nuevo primer ministro, Viktor Orbán, había asegurado tras su victoria electoral que renegociará las condiciones del pago de la deuda, para ganar márgenes de maniobra para su propia gestión.

La UE lo ve "salvajemente exagerado"

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea (UE), Olli Rehn, tachó de "salvajemente exagerados" los pronósticos que apuntan a una posible entrada en bancarrota de Hungría, después de que el Ejecutivo magiar anunciara ayer que su situación económica es "muy grave" tras acusar al Gobierno anterior de falsear las cuentas públicas.

En respuesta a la crisis desatada en las bolsas europeas a tenor de este anuncio, Rehn ha salido al paso de las especulaciones afirmando que "Hungría ha realizado un importante progreso a la hora de consolidar sus finanzas públicas durante los últimos dos años".

"La economía húngara se encuentra ahora en el camino de la recuperación y ha exhibido en el primer trimestre de este año señales de fortalecimiento. Por lo tanto, cualquier comentario sobre un 'default', ya sea fiscal o de deuda, es una salvaje exageración".

Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, puso en manos de una hipotética comisión conjunta del Fondo Monetario Internacional y de la UE cualquier tipo de valoración sobre el estado actual de la economía húngara, pero no mencionó si tal comisión se desarrollará a corto plazo. 

Con todo, Salgado agradeció al Gobierno húngaro "las valientes medidas adoptadas para reducir el déficit fiscal" y expresó su confianza en que el Ejecutivo de Budapest "proseguirá" con su plan de acción actual.

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