LD (EFE) Según las mismas fuentes, este ajuste de empleo "estaba previsto" y fue comunicado a los sindicatos en un "primer contacto" con la empresa, que, no obstante, todavía debe presentar la documentación completa del plan y abrir una mesa de negociación con los representantes de los trabajadores.
En principio, la regulación de empleo afectará a unos 1.500 trabajadores con 58 o más años, quienes suscribirán un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 65 años. Según este convenio, hasta que el trabajador cumpla 61 años, será Iberdrola la que pagará las cotizaciones sociales, y a partir de esa edad, si el trabajador no quiere jubilarse anticipadamente, deberá pagarse a sí mismo esas cuotas para obtener su pensión íntegra sin los coeficientes reductores que penalizan la salida prematura del mercado laboral.
Además, Iberdrola pretende integrar a su plantilla a otros 450 nuevos trabajadores "para rejuvenecer la empresa". Para los sindicatos, se trata de una reestructuración de plantilla provocada por las necesidades de producción que han derivado en la desaparición de ciertas profesiones y la creación de otros puestos de trabajo de nueva necesidad. No obstante, las mismas fuentes reiteraron que aún deben hacer un análisis exhaustivo del plan para negociarlo con la eléctrica en las próximas semanas.
Al cierre de 2002, Iberdrola estaba integrada por 9.422 personas, 263 trabajadores menos que el año anterior, el 2,7 por ciento. La plantilla estaba compuesta en un 45 por ciento de mandos y técnicos, un 16 por ciento de administrativos y el 39 por ciento restante de otro tipo de categorías profesionales. Ese mismo año, Iberdrola obtuvo una cuota de mercado de la electricidad del 38,3 por ciento, y del siete por ciento en el mercado abierto del gas natural.
En principio, la regulación de empleo afectará a unos 1.500 trabajadores con 58 o más años, quienes suscribirán un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 65 años. Según este convenio, hasta que el trabajador cumpla 61 años, será Iberdrola la que pagará las cotizaciones sociales, y a partir de esa edad, si el trabajador no quiere jubilarse anticipadamente, deberá pagarse a sí mismo esas cuotas para obtener su pensión íntegra sin los coeficientes reductores que penalizan la salida prematura del mercado laboral.
Además, Iberdrola pretende integrar a su plantilla a otros 450 nuevos trabajadores "para rejuvenecer la empresa". Para los sindicatos, se trata de una reestructuración de plantilla provocada por las necesidades de producción que han derivado en la desaparición de ciertas profesiones y la creación de otros puestos de trabajo de nueva necesidad. No obstante, las mismas fuentes reiteraron que aún deben hacer un análisis exhaustivo del plan para negociarlo con la eléctrica en las próximas semanas.
Al cierre de 2002, Iberdrola estaba integrada por 9.422 personas, 263 trabajadores menos que el año anterior, el 2,7 por ciento. La plantilla estaba compuesta en un 45 por ciento de mandos y técnicos, un 16 por ciento de administrativos y el 39 por ciento restante de otro tipo de categorías profesionales. Ese mismo año, Iberdrola obtuvo una cuota de mercado de la electricidad del 38,3 por ciento, y del siete por ciento en el mercado abierto del gas natural.