El presidente de La Caixa, Isidre Fainé, y el director general, Joan Maria Nin, serán presidente y vicepresidente de CaixaBank. El nombramiento se producirá cuando la entidad "bancarice" su negocio.
Así consta en la documentación remitida este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que deberán aprobar los accionistas de Criteria en la junta, que celebrarán el próximo 13 de mayo, y en la que se aceptará la fusión con el negocio bancario de La Caixa y ceder una parte de sus participadas.
Así, La Caixa, que continuará existiendo como caja de ahorros, controlará cerca del 81% de CaixaBank y ejercerá "su actividad financiera de modo indirecto", según consta en la documentación aportada a la CNMV.
En líneas generales, la operación responde a los términos ya expresados por La Caixa cuando explicó la "bancarización" de su negocio: una permuta de activos en los que La Caixa aporta su negocio bancario, oficinas y personal, además de una ampliación de capital adicional a cambio de que Criteria le ceda la mayor parte de sus participaciones no bancarias: Abertis, Gas Natural, Aguas de Barcelona y Port Aventura.
Tras la operación de canje, Criteria cambia de nombre y pasa a denominarse CaixaBank, y empezará a operar como un banco utilizando la ficha bancaria de Microbank.
CaixaBank sólo retendrá dos participaciones industriales: los paquetes de Telefónica y Repsol, y, en cambio, segregará los activos inmobiliarios de Servihabitat y los paquetes accionariales de Inmobiliaria Colonial y Metrovacesa. Los consejeros de la nueva entidad serán el consejo de administración en pleno de Criteria, en el que la única novedad será la incorporación del notario Juan José López Burniol, informa Efe.
En la información se señala que el consejo de administración podrá nombrar un consejero delegado, responsabilidad que, presumiblemente, recaerá en Juan María Nin. El mandato de los consejeros será de seis años, "pudiendo ser reelegidos una o más veces por períodos de igual duración", según recogen los estatutos de la caja.
El consejo percibirá una retribución del 4% del beneficio consolidado que resulte una vez deducidos los gastos generales, intereses, impuestos y saneamientos varios, si bien se advierte de que el propio consejo puede reducir esta cantidad en los años en los que lo estime necesario.