LD (EFE) Según fuentes al tanto del proceso, el Consejo de Ministros será el encargado de nombrar a Aríztegui a propuesta del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Se cumple así la tradición del organismo supervisor, ya que los últimos subgobernadores -Viñals, Gonzalo Gil o Miguel Martín- habían sido previamente directores generales.
Aríztegui tendría que ocupar su nuevo puesto antes de mediados de abril, fecha en la que Viñals se incorporará al FMI, lo que hace muy posible que el nombramiento se produzca en el Consejo de Ministros de mañana o del próximo viernes 3 de abril.
En su nuevo cargo, tendrá que hacer frente a la crisis financiera internacional y a los nuevos retos a los que se enfrenta la banca española: posibles recapitalizaciones y el alza de la morosidad, entre otros. Aríztegui, de 61 años, ingresó en el Servicio de Estudios del Banco de España en 1980 y ha desarrollado toda su carrera en el organismo.
Entre otros cargos, ha sido jefe de la Oficina de Estudios Monetarios y Financieros, así como director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España. Desde 2006, es director general de Supervisión del organismo, puesto en el que dejará una vacante si efectivamente es nombrado subgobernador.
Aríztegui es licenciado en Filosofía y Letras y en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de diversos artículos publicados en revistas y boletines económicos y ha colaborado en varios libros y publicaciones sobre economía española y política monetaria.
José Viñals fue nombrado el miércoles consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI en sustitución de otro español, el ex gobernador del Banco de España Jaime Caruana.
Viñals ha señalado que este nombramiento supone un reconocimiento "no ya de mi persona sino del Banco de España, de cómo se han hecho las cosas en el pasado, cómo se hacen en el presente y cómo se van a hacer en el futuro".
El hasta ahora subgobernador se ha referido a la buena sintonía que ha tenido con Fernández Ordóñez durante los tres años en los que ha desempeñado su cargo y ha desmentido "rotundamente" los comentarios surgidos a raíz de su nombramiento, a la vez que ha insistido en que no existe " ninguna razón para que se hable de discrepancias entre ambos "