Almunia ha elogiado el buen momento de la economía española y algunos logros "excepcionales" como el de la mejora del empleo, pero insistió en que existen "elementos de preocupación", entre los que destaca su falta de competitividad. Estas carencias, señaló, aparecen reflejadas en el fuerte déficit exterior español, que es el segundo mayor de la UE tras el de Reino Unido y que actúa como "un espejo donde se reflejan problemas de fondo". "Hay tiempo, pero no podemos perderlo", afirmó el comisario en alusión a la necesidad de mejorar la competitividad, que ha descendido en España año tras año desde su incorporación al euro. Los costes laborales, recordó, no dejan de crecer por encima de la media de la zona euro.
Junto a esto, el ex ministro socialista destacó la necesidad de asumir que el periodo de créditos baratos provocado por los bajos tipos de interés llega a su fin."No siempre van a existir las mismas condiciones de financiación" y "la presente bonanza de financiación no va a ser eterna", afirmó. El ex ministro socialista pidió "mecanismos de cambio en el sistema productivo" para corregir esta situación, así como "una estrategia explícita" como la ya incluida en el Plan de Mejora de la Competitividad. Además, lamentó la escasa capacidad exportadora de España en las áreas más dinámicas de la economía.
Alerta sobre la dependencia económica de España
Almunia también tuvo palabras para la política energética de la UE y para constatar la enorme dependencia del continente de los recursos del exterior, que de continuar podría alcanzar el 85 por ciento en España y el 70 por ciento en la Unión en 2050. El comisario añadió que política energética, seguridad y sostenibilidad deben ser tres aspectos que vayan de la mano, y abogó por una mayor "autosuficiencia económica" que "no se deslinde de la sostenibilidad". Los problemas de seguridad dependen en parte de las características de los algunos socios internacionales. "Una parte de nuestros proveedores energéticos plantean problema que no son sólo económicos", añadió.
Estas palabras se producen un día después de que José Luis Rodríguez Zapatero dijera en el Foro de la Nueva Economía que recurrir a la energía es a su juicio "seguramente es la respuesta más fácil", aunque no dijo porqué lo considera así. A su entender, la energía atómica tiene "un problema serio, el de los residuos", para el cual, a su juicio, "no hay una respuesta eficaz". "No sé si la habrá en el futuro", terminó diciendo. Por todo ello, "no está en los planes de Gobierno retomar el programa de desarrollo o incremento de la energía nuclear", como recomienda la CE. Por el contrario, "seguiremos el programa electoral", que prevé el cierre de las centrales nucleares españolas en 2020.
Precisamente Joaquín Almunia apostó a comienzos de año por la energía nuclear como parte de una estrategia de diversificación energética. La patronal de las compañías eléctricas, UNESA, declaró por su lado que sin energía nuclear, no se puede cumplir Kioto, uno de los grandes objetivos declarados por este Gobienro. La canciller alemana Ángela Merkel también es favorable al impulso de la energía nuclear, por lo que le ha planteado la siguiente cuestión: "Los que quieren abandonar la energía nuclear cuanto antes, tendrán que explicar cómo sustituiremos esta energía".
Crecimiento europeo
Por lo que se refiere a la economía europea, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE ha declarado que la eurozona acabará 2007 creciendo "no tanto como en 2006", en que alcanzó una tasa del 2,6%, "pero creciendo". Almunia calificó el momento actual de "ciclo expansivo" animado por "el tirón de la economía mundial", cuyo crecimiento ronda el 5%. En su opinión, el entorno es "muy positivo" y la zona euro registra una "clara recuperación económica".
Almunia matizó la estimación que realizó previamente de que la economía de la zona euro podría crecer en 2007 entre 2,5% y el 3%, afirmando que el rendimiento anual se situaría en un nivel parecido al ejercicio anterior, quizá ligeramente inferior. El comisario cifró en el 2,6% el crecimiento económico de la zona euro en 2006, y señaló que durante el segundo semestre de 2007 podría producirse un incremento de la actividad con respecto a los primeros meses, a la vista de que no se están materializando los riesgos relacionados con la subida del petróleo y la desaceleración de Estados Unidos.
Para el comisario, podrían haberse "sobrestimado" algunos de los principales riesgos para la economía europea, entre ellos el del alza del precio del crudo. De hecho, desde la crisis de la guerra de Líbano del pasado verano, el barril ha rebajado su precio en casi 30 dólares. "El petróleo no parece que tenga razones para volver a niveles de hace unos meses, a pesar del fuerte tirón de la demanda mundial", aseguró el comisario. "Aparentemente, se ha sobrestimado el riesgo del petróleo, y no parece que tenga efectos sobre el crecimiento y la inflación", aseguró.
Además de la contención del precio del crudo, Almunia destacó como factores que contribuyen al buen momento de la zona euro la reactivación de la economía alemana y la corrección del déficit público no sólo en este país, sino en Francia y en Grecia. Europa, afirmó, no sufre algunos de los desequilibrios globales más persistentes, como el fuerte déficit exterior de Estados Unidos y el fuerte excedente comercial de China, pero es "víctima de los desequilibrios de los demás", por lo que debe apostar por el crecimiento y por acabar con los "obstáculos estructurales".
El euro contiene la inflación
El comisario ha continuado diciendo que "hay una presencia muy alta de productos de exportación de bajo valor añadido", cuando es necesario "estar allí donde se crece". Por otro lado, ha valorado positivamente el efecto del euro sobre la economía española. De hecho, ha dicho que el fortalecimiento de la divisa comunitaria ha sido "muy moderada" y destacó su efecto "protector frente a los riesgos del exterior". "Nos permite tener una inflación mucho más baja", por lo que "estamos muy contentos con el euro", añadió.