LD (Agencias) La crisis financiera cruza el charco y golpea de lleno los cimientos financieros de la UE. La caída de Fortis y de Bradford & Bingley han marcado una jornada negra para la banca europea. Sin embargo, el último terremoto ha tenido lugan en Alemania.
El Hypo Real Estate, la segunda entidad hipotecaria de Alemania, ha tenido que ser rescatado con una línea de crédito urgente ante las dificultades que atraviesa por el impacto del actual mal funcionamiento de los mercados de dinero internacionales.
El Gobierno alemán y un grupo de bancos ofrecerán a la entidad unas garantías por valor de 35.000 millones de euros (50.050 millones de dólares) para evitar su insolvencia.
El Ministerio de Finanzas germano informó este lunes de que los acreedores pagarán las garantías en dos tramos, de 14.000 y 21.000 millones de euros. Los bancos privados pagarán el 60 por ciento del primer tramo del crédito y el Gobierno alemán asumirá completamente el pago del segundo tramo de la línea crediticia.
El rescate de Hypo Real Estate todavía debe ser aprobado por el Parlamento alemán. Tampoco se va a producir una nacionalización de dicho banco, según el Ministerio de Finanzas germano. Con este crédito la entidad pretende cubrir sus necesidades de financiación en un futuro próximo.
El rescate de Hypo Real Estate todavía debe ser aprobado por el Parlamento alemán. Tampoco se va a producir una nacionalización de dicho banco, según el Ministerio de Finanzas germano. Con este crédito la entidad pretende cubrir sus necesidades de financiación en un futuro próximo.
Las acciones de los bancos caen
Sus acciones se desplomaron a lo largo de la jornada hasta un 67,6 por ciento, hasta 4,37 euros en el índice DAX 30, y ha arrastrado al resto del sector bancario europeo. Así, Commerzbank caía un 11,8 por ciento, hasta 17,77 euros, y Deutsche Bank lo hacía un 6,4 por ciento, hasta 51,39 euros. En París, Credit Agricole bajaba un 7,2 por ciento y BNP Paribas cedía un 6 por ciento. En Londres, el Barclays caía un 7,7 por ciento y el HBOS perdía un 8,9 por ciento.
Mientras, el Royal Bank of Scotland (RBS) llegó a caer más de un 20 por ciento a lo largo de la jornada en la Bolsa de Londres. Debido a las dudas sobre su solidez financiera y sus planes de futuro, la cotización de Fortis se hundió la semana pasada, en cinco jornadas consecutivas, hasta caer más del 20 por ciento el viernes.
En lo que va de año, la entidad belga-holandesa ha perdido en torno al 70 por ciento de su valor bursátil. La conexión de RBS con Fortis se remonta a octubre del 2007, cuando el banco británico adquirió junto a éste y al español Santander el holandés ABN Amro por 71.000 millones de euros.
Sus acciones se desplomaron a lo largo de la jornada hasta un 67,6 por ciento, hasta 4,37 euros en el índice DAX 30, y ha arrastrado al resto del sector bancario europeo. Así, Commerzbank caía un 11,8 por ciento, hasta 17,77 euros, y Deutsche Bank lo hacía un 6,4 por ciento, hasta 51,39 euros. En París, Credit Agricole bajaba un 7,2 por ciento y BNP Paribas cedía un 6 por ciento. En Londres, el Barclays caía un 7,7 por ciento y el HBOS perdía un 8,9 por ciento.
Mientras, el Royal Bank of Scotland (RBS) llegó a caer más de un 20 por ciento a lo largo de la jornada en la Bolsa de Londres. Debido a las dudas sobre su solidez financiera y sus planes de futuro, la cotización de Fortis se hundió la semana pasada, en cinco jornadas consecutivas, hasta caer más del 20 por ciento el viernes.
En lo que va de año, la entidad belga-holandesa ha perdido en torno al 70 por ciento de su valor bursátil. La conexión de RBS con Fortis se remonta a octubre del 2007, cuando el banco británico adquirió junto a éste y al español Santander el holandés ABN Amro por 71.000 millones de euros.
Islandia interviene otra entidad
Por último, el Gobierno islandés anunció la adquisición del 75 por ciento de Glitnir, el tercer banco del país, por 600 millones de euros para asegurar su liquidez. La medida, aceptada por la dirección y los principales accionistas del banco, es resultado del empeoramiento en la situación financiera de Glitnir como consecuencia de la crisis internacional en las últimas semanas.
Las autoridades del Sedlabanki (Banco Central Islandés) y del Glitnir mantuvieron varias reuniones recientemente para estudiar distintas soluciones sobre el futuro del banco, según un comunicado de este consorcio financiero.
El Glitnir aseguró que sus principales operaciones siguen siendo sólidas y que ni clientes ni empleados se verán afectados por la inyección del Gobierno. La medida provocó, sin embargo, un caída de la corona islandesa, que minutos después de anunciarse la noticia se había devaluado un 5 por ciento frente al dólar y un 3 por ciento frente al euro, alcanzado un mínimo histórico absoluto con respecto a la moneda europea.
Islandia ya tuvo que recurrir en mayo pasado a un crédito extraordinario de 1.500 millones de euros de los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca para tratar de fortalecer su moneda y estabilizar la economía.
Tras la situación de bonanza de los últimos años, este país nórdico de apenas 300.000 habitantes atraviesa desde hace meses una delicada situación económica, con la inflación disparada y su divisa por los suelos.
Las autoridades del Sedlabanki (Banco Central Islandés) y del Glitnir mantuvieron varias reuniones recientemente para estudiar distintas soluciones sobre el futuro del banco, según un comunicado de este consorcio financiero.
El Glitnir aseguró que sus principales operaciones siguen siendo sólidas y que ni clientes ni empleados se verán afectados por la inyección del Gobierno. La medida provocó, sin embargo, un caída de la corona islandesa, que minutos después de anunciarse la noticia se había devaluado un 5 por ciento frente al dólar y un 3 por ciento frente al euro, alcanzado un mínimo histórico absoluto con respecto a la moneda europea.
Islandia ya tuvo que recurrir en mayo pasado a un crédito extraordinario de 1.500 millones de euros de los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca para tratar de fortalecer su moneda y estabilizar la economía.
Tras la situación de bonanza de los últimos años, este país nórdico de apenas 300.000 habitantes atraviesa desde hace meses una delicada situación económica, con la inflación disparada y su divisa por los suelos.
El BCE inyecta liquidez ilimitada
La subasta será liquidada mañana (30 de septiembre) y vencerá el viernes 7 de noviembre. El BCE continuará inyectando liquidez para lograr unas condiciones equilibradas y mantener los tipos de interés a corto plazo cerca de su tasa rectora, que es el tipo mínimo de sus operaciones de refinanciación ordinarias (actualmente en el 4,25 por ciento). Esta operación de refinanciación será renovada al menos hasta finales de este año .
De hecho, el BCE inyectó este lunes en el mercado interbancario otros 30.000 millones de dólares a un tipo de interés marginal del 3 por ciento, con vencimiento mañana. Según informó hoy el BCE, 42 bancos participaron en esta operación de refinanciación extraordinaria en dólares y solicitaron 57.420 millones de dólares.
Además, la Fed, el BCE, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo acordaron llevar a cabo operaciones para proveer liquidez en dólares con una semana de vencimiento, para hacer frente a las presiones en los mercados de dinero al final del trimestre. Los bancos centrales llevan a cabo las operaciones de inyección de dólares en relación con el acuerdo de divisas recíproco de carácter temporal (línea de swap ) que tienen con la Reserva Federal estadounidense (Fed).