L D (Europa Press) Fuentes sindicales confirmaron que están hablando con la caja de ahorros catalana sobre las condiciones de los trabajadores afectados. Mientras, fuentes de la entidad explicaron que están negociando con los sindicatos un plan de optimización de la red de oficinas, pero que todavía no hay ninguna cifra concreta de cierres de sucursales o trabajadores afectados.
Según avanzaron este viernes El Economista y Expansión, la reestructuración se realizará mediante recolocaciones en otras oficinas, prejubilaciones y jubilaciones parciales (el empleado trabaja el 15% de la jornada anual y el resto un nuevo trabajador).
La previsión es cerrar 150 oficinas en 2009 y 100 en 2010, sobre todo en Cataluña y Baleares, donde La Caixa cuenta con más sucursales y más concentradas. También desaparecerán algunos centros abiertos en pequeñas poblaciones de Castilla y León y que cuentan con un solo empleado.
Fuentes sindicales detallaron que la mayoría de cierres se producirán en oficinas de unos tres empleados ubicadas a unos cien metros de oficinas más grandes, que absorberán su trabajo y parte de la plantilla.
Tras las recolocaciones en otras oficinas, prejubilaciones y jubilaciones parciales, la plantilla disminuirá en unas 200 personas por este plan, según los sindicatos. Con todo, las prejubilaciones y jubilaciones parciales no formarán parte de un plan extraordinario, sino que se inscriben en el que se lleva a cabo cada año. Para 2009 hay inscritos 450 empleados, de los que casi 200 serán jubilaciones parciales –lo que supone una nueva contratación a cambio–.
La plantilla propia de La Caixa en septiembre, fecha más reciente con datos, era de 25.431 personas, y la red de oficinas de 5.577 –295 más que en septiembre de 2007–. El Banco de España instó a finales de 2008 a bancos y cajas a controlar costes y vigilar la dimensión de la red de oficinas, tras varios años de aperturas de un gran número de locales.