(Libertad Digital) El Partido Popular ha sido uno de los primeros en pronunciarse tras el anuncio por parte de Air Madrid de la suspensión fulminante de sus actividades. Una decisión que ha dejado a cerca de 300.000 pasajeros afectados, de los que 120.000 podrían estar en Iberoamérica sin poder utilizar sus billetes de vuelta. Fomento ha estimado que esta cifra es más reducida y la ha dejado en 50.000.
Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "es una pena que Air Madrid haya tenido que echar el cierre tras el ultimátum que le dio Fomento". En la misma línea, se ha pronunciado la consejera de transportes de Madrid, Elvira Rodríguez para quien lo mejor hubiera sido encontrar otra alternativa que evitara el cierre de la compañía y que garantizase su viabilidad, porque, según ha dicho "no nos podemos permitir el lujo" de perder un operador, según recoge este sábado El Economista. El secretario general del PP, Ángel Acebes ha dejado claro que su partido "siempre" apoyará a los consumidores y recordó que Air Madrid es una compañía privada.
Precisamente, uno de los antecedentes a esta crisis la encontramos en 2001 cuando Iberia sufrió una fuerte huelga de Pilotos que obligó a la compañía de bandera a anunciar la suspensión de sus vuelos, porque, decía, le resultaba imposible garantizar la seguridad de sus pasajeros. En aquel momento, con José María Aznar a la cabeza del gobierno, fue Álvarez Cascos, al frente de Fomento, quien tuvo que lidiar con el morlaco. La estrategia de Cascos fue obligar a la compañía a retomar sus operaciones, de modo que, aunque finalmente sancionó a Iberia por la suspensión unilateral de sus actividades, consiguió frenar la huelga de pilotos y garantizar la "paz social" durante más de cuatro años.
En la crisis que ahora ocupa las portadas de casi todos los periódicos, la compañía afectada ha registrado deficiencias de funcionamiento y servicio prácticamente desde que comenzó a operar. Con todo, Fomento ha comenzado a ejercer una fuerte presión sobre la compañía hace dos semanas, en plena Navidad, cuando decenas de personas tienen previsto salir de vacaciones. Air Madrid asegura que esa presión ha provocado que los proveedores hayan dejado de suministrarles, las ventas de billetes se hayan desmoronado y las cancelaciones se hayan disparado.
Para el abogado de la compañía, Pascual Pérez Ocaña, ante esta situación "no hay posibilidades de obtener ingresos para mantener la actividad" y decidieron anunciar la suspensión fulminante. Por tanto, Air Madrid responsabiliza a Fomento de la situación y asegura que no se hará cargo de los afectados.