El consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, estableció hoy que la fusión de Caja Madrid "no debe tener ningún componente político, sino técnico, basado en motivos económicos de solvencia y de estrategia puramente económica".
Esa misma línea ha defendido la entidad madrileña, que en la presentación de resultados trimestrales a finales de julio admitió que estudiaba procesos de fusión, que estarían regidos por criterios económicos.
Entre las posibilidades que se han barajado dentro de Caja Madrid figuran la unión con la CAM, Caixa Galicia o incluso Caixa Catalunya, aunque la falta de maduración impidió que el consejo de administración de la entidad madrileña tratara el asunto el pasado julio.
De momento, Caja Madrid se ha encontrado ya con la cautela de Caixa Galicia y las reticencias de los tres grandes partidos gallegos a una operación de ese tipo.
De hecho, el PP, el Partido Socialista de Galicia y el BNG abogaron hoy por que las cajas de ahorro radicadas en esa comunidad autónoma mantengan su carácter gallego.
Se trata de un asunto "de país", señaló el responsable de economía del grupo parlamentario popular en el parlamento de Galicia, Pedro Puy, que destacó la importancia de las cajas en la economía gallega, donde representan más del 52% de los créditos y el 57% de los depósitos.
Los socialistas gallegos exigieron que la Xunta no autorice fusiones territoriales de cajas de ahorros que no estén lideradas por las entidades gallegas, en tanto que el BNG propuso crear "una única y gran caja gallega" para "evitar el peligro" de que la región se quede sin ese tipo de instituciones financieras propias.
El secretario de Comunicación y portavoz de CCOO de Madrid, Francisco Naranjo, afirma que este sindicato, que no ha sido consultado hasta el momento al respecto, vería "con buenos ojos" cualquier fusión entre entidades crediticias que fuera "positiva" para la entidad madrileña.
"Si hay una fusión positiva para Caja Madrid, la vamos a apoyar", afirmó Naranjo, aunque opinó que la operación "no le gusta a nadie al nivel regional".
De momento, el consejero de Interior de la Comunidad de Madrid reconoció que el proceso de fusiones es imparable porque el sector financiero está "en un momento muy delicado".
No obstante, insistió en la idea de que los motivos económicos sustenten una operación de fusión y afirmó que "es muy malo que los políticos opinen en este tema".
Si Caja Madrid decide iniciar una fusión, las elecciones en las que está inmersa la entidad previsiblemente quedarían paralizadas y Miguel Blesa, cuya reelección como presidente dificultan los nuevos estatutos adaptados a la normativa regional vigente, continuaría en el cargo.
Al respecto, durante la presentación de resultados, fuentes de la caja ya afirmaron que "en ningún caso" se buscaría iniciar un proceso de fusiones para paralizar "intencionadamente" un proceso electoral, pero también señalaron que "sería una irresponsabilidad" no estudiar las oportunidades que surjan y que atiendan a criterios económicos sólo por estar en medio de unas elecciones.
La posible fusión de Caja Madrid debe responder a criterios económicos
La Comunidad de Madrid exige que los motivos económicos sean la base de la posible fusión de Caja Madrid con otras cajas de ahorros, entre las que de momento no aspiraría a figurar Caixa Galicia a tenor de las críticas que ha suscitado esa posibilidad entre los partidos gallegos.
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