Cuando oigo hablar de crecimientos negativos del 1,8% en la construcción me da la risa. Todo el mundo (oiga, pero que todo el mundo) sabe que el sector se acerca a su desaparición (temporal pero prácticamente absoluta), los encargos y visados de nuevos proyectos desaparecieron por completo (bueno, al 97%) entre enero y junio del 07. Los inicios de obra son legendarios ya que no reales desde la misma fecha. Seis arquitectos, entre los que me encontraba accidentalmente para una cena de hermandad, reconocieron que no habían visto otra cosa que impagados o desestimientos desde el 2006. Algunos de mis amigos del alma reconocen que en septiembre pasado tenían doscientos cincuenta pisos prácticamente acabados sin vender. En cambio hoy en día tienen solamente doscientos cincuenta pisos acabados e invendidos. Una mejora.