De este modo, la financiación de los bancos españoles representaba el 21,8% de la deuda total del Eurosistema, que en septiembre alcanzaba 447.722 millones de euros, un 4,5% por encima de la financiación que el BCE concedió a los bancos europeos en agosto.
Los bancos españoles dispararon las peticiones de financiación en junio hasta los 126.300 millones y en julio hasta los 130.209 millones de euros como consecuencia de las dificultades de financiación por la incertidumbre existente en el mercado, pero han lograron moderar sus peticiones en agosto y septiembre.
No obstante, el importe del mes de agosto (109.793 millones) fue el tercero más alto de la historia y elevó en un 46% el dato de hace un año, cuando se situaba en 74.820 millones de euros.
Estas cifras representan el saldo vivo que las entidades residentes en España tienen pendiente de devolver al BCE como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido previamente, y supone una media de las operaciones diarias que se realizan durante el mes.
El pasado fin de semana el Banco Central Europeo (BCE) anunció que tiene intención de endurecer su normativa interna para prestar dinero a los bancos de la zona euro, por lo que los próximos meses estarán marcados por esta decisión y la deuda de las entidades podría experimentar de nuevo una reducción.