L D (EFE) Este reciente encarecimiento del precio del dinero no tiene visos de ser el último, ya que, según dijo ese mismo día el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, los tipos de interés en la zona euro continúan en "niveles bajos": están en el 3,50 por ciento.
Al cierre de septiembre, los préstamos hipotecarios que las familias residentes en España tenían concedidos con el fin de comprar una vivienda habían aumentado en 97.842 millones con respecto al mismo mes de 2005, cifra inferior al incremento interanual registrado en agosto, que a su vez era menor que el de julio, lo que indica una cierta desaceleración en estas deudas.
Pese a estos descensos, el esfuerzo financiero que deben realizar las familias españolas para adquirir una vivienda es cada vez mayor, y a finales de septiembre ascendía ya al 42,1 por ciento de su renta bruta anual disponible, la tasa más alta desde marzo de 1996. El precio de la vivienda, por su parte, sigue subiendo. Lo hizo un 9,7 por ciento en octubre. El Ministerio de Vivienda está satisfecho porque esa subida era la primera inferior a dos dígitos en cinco años.
El importe medio de las hipotecas destinadas a la compra de vivienda que se firmaron en septiembre superó por primera vez los 145.000 euros al situarse en 145.313 euros, el 11,7 por ciento más que las constituidas en el mismo mes de 2005, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).