Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido.
A pesar de la apertura de los mercados, los bancos españoles todavía necesitan recurrir al BCE para obtener financiación. Este importe registró un tímido descenso durante abril y mayo, tras dos meses consecutivos por encima de los 72.000 millones, pero en agosto volvió a repuntar, elevando en más de 1.500 millones de euros el importe de julio, que se situó en 73.283 millones.
La demanda de las entidades se incrementó de manera notable en la segunda mitad de 2008 por la crisis subprime. De hecho, este importe se situó por debajo de los 50.000 millones hasta septiembre de 2008, cuando se recrudeció la crisis tras la caída del Lehman Brothers, de la que hoy se cumple un año, y a partir de ahí inició una senda ascendente que aún no ha finalizado.
El importe que las entidades españolas aún tienen pendiente de liquidar con el BCE representa un 13% del conjunto del Eurosistema, que en agosto se situó en 568.759 millones, un 23% más que en agosto de 2008, pero un 5,8% menos que en julio.
La financiación del BCE al conjunto de los bancos europeos marcó en agosto el nivel más bajo desde el pasado mes de noviembre, mientras que el porcentaje del total que se otorga a los bancos españoles se incrementó notablemente, pasando del 10% que registró de media en los últimos meses hasta el 13% de agosto.