L D (EFE) Además de un crecimiento de 5,2 por ciento en el Producto interior Bruto (PIB), las exportaciones crecieron un 7 por ciento y el consumo privado un 4 por ciento, según un informe difundido por la Oficina Central de Estadísticas de Israel.
La expansión del mercado ha contribuido a reducir el desempleo, por primera vez en tres años, por debajo del 9 por ciento, y está ahora un punto por debajo del de Francia. Según el informe, el PIB per cápita ha subido también considerablemente, un 3,3 por ciento, y se sitúa en unos 17.800 dólares.
Uriel Lynn, presidente de las Cámaras de Comercio de Israel, dijo que estos resultados "demuestran la eficacia de la política económica del Ministerio de Finanzas y del Gobierno estos últimos tres años", cuando Israel entró en la peor recesión económica de su historia. Desde principios de 2003, el Gobierno israelí ha aplicado una política draconiana de recorte en el gasto público para fomentar el desarrollo y las infraestructuras, y despertar el consumo y la productividad.
El ex ministro de Finanzas, Benjamín Netanyahu, que dejó la cartera en agosto de 2005 en protesta por el Plan de Evacuación de Gaza, se ha mostrado satisfecho por unos resultados que sin duda le ayudarán a apuntalar su campaña con vistas a las elecciones generales del 28 de marzo. "Hace dos años prometí un gran crecimiento de más del 5 por ciento, y la creación de más de 200.000 puestos de trabajo, y así ha sido", manifestó a la prensa local.
La expansión del mercado ha contribuido a reducir el desempleo, por primera vez en tres años, por debajo del 9 por ciento, y está ahora un punto por debajo del de Francia. Según el informe, el PIB per cápita ha subido también considerablemente, un 3,3 por ciento, y se sitúa en unos 17.800 dólares.
Uriel Lynn, presidente de las Cámaras de Comercio de Israel, dijo que estos resultados "demuestran la eficacia de la política económica del Ministerio de Finanzas y del Gobierno estos últimos tres años", cuando Israel entró en la peor recesión económica de su historia. Desde principios de 2003, el Gobierno israelí ha aplicado una política draconiana de recorte en el gasto público para fomentar el desarrollo y las infraestructuras, y despertar el consumo y la productividad.
El ex ministro de Finanzas, Benjamín Netanyahu, que dejó la cartera en agosto de 2005 en protesta por el Plan de Evacuación de Gaza, se ha mostrado satisfecho por unos resultados que sin duda le ayudarán a apuntalar su campaña con vistas a las elecciones generales del 28 de marzo. "Hace dos años prometí un gran crecimiento de más del 5 por ciento, y la creación de más de 200.000 puestos de trabajo, y así ha sido", manifestó a la prensa local.