En España el volumen de producción de la economía sumergida suponía en 1990 más de 100.000 millones de euros, cifra que ha ido aumentando progresivamente hasta alcanzar los 180.000 millones de euros en 2008, si bien en 2009 la cifra ha disminuido considerablemente, hasta suponer un total de 156.000 millones de euros.
Sin embargo, en Andalucía, a partir de 1992 la economía sumergida va ganando peso progresivamente, hasta alcanzar el 28,9% en 2009, valor muy superior al que se obtiene para el conjunto de la economía nacional. De cada tres euros que se mueven en Andalucía uno es "negro". La gestión socialista de la economía andaluza no sólo no ha reducido la economía sumergida sino que la potenciado. Lea el Informe de Analistas Económicos de Andalucía
Vean este cuadro elaborado por Analistas Económicos de Andalucía:
Según el Informe de Analistas relativo al verano de 2010, la economía sumergida comprende tanto actividades legales, pero que están al margen del sistema impositivo, como actividades ilegales, que no solo están al margen del sistema impositivo sino también al margen de la propia legalidad.
La economía sumergida se ve afectada por una gran cantidad de factores entre los cuales destacan los siguientes: la presión fiscal y las contribuciones a la Seguridad Social; la regulación de la economía regular; las jubilaciones anticipadas; el desempleo; la baja moralidad y principios éticos de la población. Por tanto, no solo factores económicos determinan el volumen de la economía sumergida, sino también factores institucionales y factores sociológicos.
El cuadro clínico de la economía andaluza
Cuanto mayor sea la presión fiscal, mayores distorsiones se introducen sobre la economía, que alteran las decisiones de ocio-trabajo de los individuos. Además, mientras mayor sea la diferencia entre el coste salarial y el salario efectivo que reciben los trabajadores, mayor espacio existe para la economía sumergida. Son los casos de Andalucía.
Cuanto mayor sea esta regulación de las actividades económicas por parte del sector público, mayores son los costes recuperables asociados a la producción regular, por lo que mayor espacio hay para desarrollar de forma sumergida estas actividades. Así, el exceso de regulación no solo tiene efectos negativos directos sobre la actividad económica, sino que también tiene efectos negativos indirectos al desplazar actividad regular a actividad sumergida.
Igualmente, el exceso de regulación en el mercado de trabajo que incrementa los costes laborales, una elevada tasa de paro, así como las prejubilaciones, recuérdese el caso de Delphi, son factores que aumentan la economía sumergida. Incluso otros elementos institucionales, tales como la reducción de la jornada laboral, se han probado que también tienen un efecto positivo sobre la economía sumergida, de forma similar a la existencia de trabajo a tiempo parcial.
Andalucía es una muestra de cómo la gestión socialista no sólo ha sido incapaz de reducir la economía sumergida, sino que ha contribuido a aumentarla.