L D (EFE) Cristina Fernández, senadora y primera dama argentina, ha aprovechado su primera visita en solitario a España para lanzar un mensaje al organismo que dirige Rodrigo Rato. Fernández considera que “no puede ser que se le preste a Argentina cuando no pagaba y que se le condene cuando no paga, porque eso sería decididamente inmoral”.
En cuanto a la postura del Fondo por el cobro de la deuda de 10.000 millones de dólares, la esposa de Kirchner calificó la gestión de éste organismo de “negativa”. Por otra parte, Cristina Fernández, que se encuentra en España desde el domingo, no quiso pronunciarse acerca de las actuales negociaciones con el FMI, ya que el asunto “es privativo del Ministro de Economía”. A pesar de que el presidente del Fondo Monetario Internacional es el español Rodrigo Rato, Fernández señaló que “pecaría de ingenuidad” si viniese a buscar el respaldo del Gobierno de España para propiciar una flexibilización de la deuda.
Otro de los objetivos del viaje de la primera dama argentina ha sido establecer nuevos contactos con el empresariado español. Mientras las relaciones entre los principales grupos económicos de nuestro país y las autoridades argentinas no pasan por su mejor momento, Cristina Fernández manifestó que el interés del gabinete Kirchner es favorecer la presencia española en su economía. La primera dama dijo que la pretensión de Argentina es mostrar, tanto al Gobierno como al empresariado español, una “solvencia fiscal, una prudencia monetaria y un crecimiento y diversificación de las exportaciones argentinas”.
Nueva bronca entre el Gobierno Kirchner y los empresarios españoles
A la esposa de Néstor Kirchner le ha acompañado en su visita, el jefe de gabinete del presidente argentino, Alberto Fernández, quien, como desvela el diario económico Expansión, se reunía el lunes con un escogido grupo de empresarios con inversiones en Sudamérica. Antoni Brufau (Gas Natural), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Luis Delso (Isolux), Santiago Zaldumbide (AZSA) y Francisco Pérez (Grupo Timón), mantuvieron una larga charla con el número dos del Gobierno argentino.
En ella expusieron a Fernández sus quejas acerca del mal trato dispensado por las autoridades de su país, sobre todo tras la congelación de las tarifas del gas, la luz y el teléfono. La discusión fue subiendo de tono hasta alzanzar una conclusión final enunciada por el hombre de confianza de Kirchner: los empresarios españoles se quejan de vicio y su problema es que no saben hacer negocios en Argentina. Además, dejó claro que por el momento el Gobierno argentino no cree necesario revisar las tarifas de los servicios públicos privatizados.
Y es que las relaciones entre los principales inversores españoles y las autoridades argentinas vienen siendo difíciles desde hace tiempo. Para muestra, el comentario de José María Cuevas tras despachar con Nestor Kirchner en una ocasión: ¡Presidente, usted nos ha puesto a parir a todos!