La (i)lógica económica de la ley antifumadores
Este 2 de enero entra en vigor la ley antifumadores. Desde el Gobierno se alegan razones de salud pública. Mientras, los hosteleros aseguran que se perderán miles de empleos. Más allá de la discusión sobre lo nocivo del tabaco, ¿qué dice la economía sobre las consecuencias de la nueva norma? (Volver)
Percy dijo el día 2 de Enero de 2011 a las 14:39:40:
Yo fumo unas 15 veces al año (puro o pipa), ahora mismo hace unos cuatro meses que no he encontrado ocasión de hacerlo y esta Navidad no me apetece. Eso quiere decir que no me debería preocupar esta ley lo más mínimo, e incluso que me beneficia, pero el hecho de que se quiera reglamentar la vida de cada uno no me parece un buen indicio. En Holanda la legislación antitabaco ha sido reformada y por lo visto ese camino es el de Francia también. Es sintomático que esta izquierda casposa y antiamericana acabe llevando a cabo ('implementando' dirían ellos) políticas de la izquierda americana, no demasiado seria como sabemos.
Deveraux dijo el día 2 de Enero de 2011 a las 14:33:42:
Igual queda por calcular los no-fumadores que a partir de ahora se animarán a ir a los bares o restaurantes sin plantearse que te toque un energúmeno que no deja de echarte el humo a la cara toda la puta comida.
O también habría que calcular el ahorro sanitario que hay que destinar en tratar a los fumadores que, por cierto, pagamos todos, los que fumamos y los que no.
Entre tantas tonterías que se sueltan con este tema, igual hay considerar cositas de sentido común.
inedita dijo el día 2 de Enero de 2011 a las 13:55:24:
Pues yo estoy contenta, hoy por primera vez en mi vida entré a tomar un café y no salí oliendo a humo como pasaba siempre.
Psicopom dijo el día 2 de Enero de 2011 a las 12:55:44:
Por no hablar de que proliferarán los "simpas" (de sin pagar); "eh camarero, que me voy fuera a echarme un piti...", y si te he visto no me acuerdo.
jorgegvr dijo el día 2 de Enero de 2011 a las 12:49:25:
Para mí se ha acabado el café con churros o tostada. Entre semana como de menú en un bar, pero el café se acabó. Y para ver a los amigos, poder fumar, cenar y beber, ¡vuelve el guateque!.
Y sinceramente, me están entrando unas ganas de dejar de fumar, pensando en la cantidad de dinero que no recaudarían... ya veremos.