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La Ley Antitabaco supondrá la pérdida de 140.000 empleos

La nueva Ley Antitabaco que el Congreso prepara y que se aprobará mañana en la Comisión de Sanidad supondrá una caída del 10% en los ingresos de bares y restaurantes y la pérdida de hasta 140.000 empleos, según la patronal de la hostelería.

Los hosteleros registrarán una caída de sus ventas del 10% y perderán unos 140.000 empleos, el 10% del total, como consecuencia del endurecimiento de la ley antitabaco, que contempla la prohibición total de fumar en espacios públicos a partir del año que viene. Es decir, que estos empresarios verán cómo sus comercios se ponen en peligro porque los políticos de todos los partidos han decidido que no tienen derecho a decidir cómo gestionar libremente su negocio.

Así, esta norma no sólo se plantea como un ataque decidido a la libertad individual (prohíbe que empresarios y clientes decidan si quieren o no acudir a establecimientos donde se permite fumar), sino que también es una nueva norma que se une a otras muchas sobre la actividad económica en España y que han incidido decisivamente en la pérdida de competitividad.

Las cifras de caída de la actividad y pérdidas de empleo llas presentó este martes el presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR), José María Rubio, quien destacó el impacto que tendrá la modificación de la ley en el sector, afectado ya por la crisis económica y el enfriamiento del consumo. En toda la discusión de la Ley, los políticos han asegurado que estas cifras están exageradas, pero no han explicado como si es tan abrumadora la mayoría de españoles que quieren la prohibición, son tantos los locales que permiten fumar. Lo lógico sería que los locales que hayan prohibido fumar (una minoría) hubiesen ganado mucho dinero, y sin embargo ha sucedido lo contrario.

En este sentido, Rubio subrayó la repercusión económica que ha tenido la decisión de prohibir fumar totalmente en espacios públicos en Irlanda, Gran Bretaña y Chipre, los únicos tres países de los 27 de la Unión Europea que han adoptado esta iniciativa. Así, el 24% de los bares y el 8,7% de los restaurantes han cerrado sus puertas en Irlanda tras la aplicación de la ley, mientras que en Gran Bretaña los cierres de los pubs superaron el 7%.

Las encuestas de los hosteleros muestran como la prohibición no provocará sólo que haya una menor frecuencia de visitas (fumadores y no fumadores, ya que lo normal es acudir en grupo), sino que también provocará una reducción del tiempo de su estancia, puesto que mucha gente puede decidir no tomarse el café y la copa si no puede echarse el tradicional cigarrito. Todos estos efectos serán aún más acusados en los locales de ocio nocturno (los bares de copas y discotecas) en los que se prevé un impacto negativo incluso superior al 15%. En los restaurantes, la caída de las ventas se situaría en torno a un 7 % y en los bares y cafeterías entre un 10% y un 15%.

Lo que ha pasado hasta ahora

Según los hosteleros, la entrada en vigor de la actual ley de medidas sanitarias contra el tabaquismo puso en evidencia la reacción de la demanda ante la prohibición del consumo de tabaco en los establecimientos de hostelería. Así, muchos pequeños establecimientos optaron inicialmente por prohibir fumar, pero sufrieron tal pérdida de clientes (en muchos casos superior al 20 %) que se vieron obligados a cambiar su decisión inicial y volvieron a permitir fumar, dado que la ley lo permite por tratarse de locales de menos de 100 m2.

En los locales de hostelería ubicados dentro de centros comerciales y estaciones de metro y ferrocarril quedó prohibido fumar. Como consecuencia de la prohibición, la facturación de estos locales cayó en torno a una media del 15 %. Esta caída de la demanda se produjo sin que existiera en el entorno la competencia de otros locales en los que se permitiera fumar.

En las cafeterías de las áreas de servicio de las autovías y autopistas no se habilitaron en principio zonas para fumadores, dando por supuesto que al no existir competencia, los clientes estaban cautivos y no modificarían sus hábitos de consumo por la prohibición de fumar. Ocurrió sin embargo que, como en el caso anterior, se produjo una caída media de ventas del orden del 15 %. Una parte de los conductores fumadores paraban para repostar, fumaban un cigarrillo y continuaban marcha sin efectuar el habitual consumo en la cafetería. Ante este hecho, las empresas de restauración de esas áreas afrontaron la inversión requerida para habilitar zonas de fumadores.

Las propuestas de los empresarios

Rubio compareció ante los medios de comunicación para presentar las propuestas que la FEHR ha enviado a los grupos parlamentarios con el fin de encauzar la modificación de la ley antitabaco, en la línea que lo han hecho los 24 de los 27 países de la Unión Europea, en los que se permite habilitar 'zonas para fumar' en los establecimientos de hostelería.

Sus propuestas se centran fundamentalmente en que en dichas zonas, con una superficie máxima del 30% de la superficie del local, no se realizará servicio a los clientes por parte de los trabajadores y quedarán terminantemente prohibido el acceso a menores y piden que se conceda un plazo "razonable" para que los establecimientos puedan encontrar financiación necesaria para la inversión y para la ejecución de las obras. Desde un punto de vista liberal, este tipo de compromisos por parte de los hosteleros (separa zonas de fumadores y no fumadores) ni siquiera tendría por qué ser obligatorio, aunque muestran la buena voluntad de los empresarios por llegar a una solución intermedia, ante el riesgo sobre sus ingresos.

El presidente de la FEHR afirmó que los hosteleros no entienden cómo no puede aprobarse su propuesta que soluciona, a su juicio, todos los problemas sanitarios que afectan a trabajadores, menores y fumadores pasivos y que está en la línea más dura de las que adoptan los 24 países de la UE. "Nuestra explicación sería una obstinada cerrazón política, que se traduce directamente en un ataque a la hostelería, a nuestras familias y a las de nuestros trabajadores", resaltó.

El 7% del PIB

Por su parte, el presidente de Cepyme, Jesús Terciado, coincidió con Rubio y destacó la repercusión que las pérdidas de la hostelería causadas por la prohibición total tendrían en el conjunto de la economía, a la que el sector contribuye con el 7,1% del Producto Interior Bruto (PIB). "No hay que olvidar que los restaurantes, cafeterías y bares comercializan el 30% de la producción del sector de la agricultura y la pesca y que las pérdidas tendrán un impacto importante en la actividad de sus proveedores", dijo.

Según Terciado, la pérdida de actividad en el sector ha supuesto entre el 14% y el 20% en los últimos tres años, porcentaje al que habría que sumar un 10% con la prohibición total.

Las propuestas de Rubio fueron respaldadas también por la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos, la Asociación de Cadenas de Restauración y el sector del ocio nocturno.

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