LD (Europa Press) La morosidad registrada en el primer semestre supera en más de una décima la ratio con la que se cerró 2006 (0,41%) y casi dobla el porcentaje alcanzado en 2004 (0,33%).
Este dato supone una nueva confirmación de la tendencia al alza de la morosidad observada durante este año, después del periodo de estabilidad vivido en el último semestre de 2006, cuando la tasa de morosidad se instaló en el 0,43%.
Además, los datos de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez reflejan que esta evolución ha ido pareja al incremento del tipo de interés de los préstamos hipotecarios contratados, derivado del endurecimiento de las condiciones monetarias en la zona euro.
Así, el tipo de interés de los préstamos contratados por las familias para la adquisición de una vivienda alcanzó el 5,4% en agosto de este año, lo que supone dos puntos más que en 2005, año en que dieron comienzo las sucesivas subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) hasta el actual 4%.
Como ocurriese en el caso de la tasa de morosidad, el tipo de interés alcanzado en agosto marcó un nuevo máximo histórico y prácticamente dobla al registrado en 2004 (3,4%). Además, este incremento se ha acentuado a lo largo del presente año, ya que el tipo de interés medio en agosto fue 1,2 puntos porcentuales superior al registrado en el conjunto del pasado año, cuando se situó en el 4,2%.
El Gobierno no se preocupa
Mientras los indicadores siguen reflejando progresivas alzas de tipos de interés y tasas de morosidad, el Gobierno mantiene su confianza en la buena salud de la economía y de sus instituciones. Así, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconocía hace escasamente un mes, en el Pleno del Congreso, que las subidas que han experimentado los tipos de interés en los dos últimos años "están obligando" a las familias españolas a realizar mayores esfuerzos, pero precisaba que la "responsabilidad" de la sociedad española y el "buen funcionamiento" de las instituciones financieras han llevado a que la tasa de morosidad se encuentre en "niveles históricamente bajos".