LD (EFE) La solicitud de concurso afecta sólo a la sociedad matriz, Lábaro Grupo Inmobiliario, que concentra la mayor parte del negocio y, salvo en casos aislados, "no es previsible que afecte a otras sociedades del grupo o empresas asociadas", que desarrollan su actividad de forma separada.
Lábaro, que controla el 12 por ciento de la inmobiliaria Parquesol, se ha visto arrastrada a una situación de falta de liquidez como consecuencia de "la crisis que afecta al sector inmobiliario" desde la segunda mitad del pasado año.
Esta situación se debe, según explicó, a la caída de la demanda de viviendas que se produjo por una brusca contracción de la financiación bancaria, originada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime) y por la falta de liquidez de los mercados financieros internacionales.
Tras la declaración de concurso, la actividad de la sociedad "continuará bajo la supervisión de los administradores concursales que designe el Juzgado".
La intención de Lábaro es negociar con sus acreedores, en el marco del procedimiento concursal, con el fin de alcanzar un convenio que le permita revisar su modelo de negocio y adaptar el pago de la deuda a la nueva situación del mercado, para evitar que la actual falta de liquidez deteriore el valor de sus activos.
Lábaro es la sociedad matriz de un grupo de empresas del sector inmobiliario, cuya actividad se inició en 1987, especializado en la gestión de suelo y la promoción de viviendas.
Su negocio principal radica en España, aunque también desarrolla su actividad en países de Europa del Este.
En las dos últimas semanas, además de Lábaro, también han presentado concurso voluntario de acreedores Seop, Cosmani Inmobiliaria y la constructora de vivienda protegida Prasi.
Lábaro, que controla el 12 por ciento de la inmobiliaria Parquesol, se ha visto arrastrada a una situación de falta de liquidez como consecuencia de "la crisis que afecta al sector inmobiliario" desde la segunda mitad del pasado año.
Esta situación se debe, según explicó, a la caída de la demanda de viviendas que se produjo por una brusca contracción de la financiación bancaria, originada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime) y por la falta de liquidez de los mercados financieros internacionales.
Tras la declaración de concurso, la actividad de la sociedad "continuará bajo la supervisión de los administradores concursales que designe el Juzgado".
La intención de Lábaro es negociar con sus acreedores, en el marco del procedimiento concursal, con el fin de alcanzar un convenio que le permita revisar su modelo de negocio y adaptar el pago de la deuda a la nueva situación del mercado, para evitar que la actual falta de liquidez deteriore el valor de sus activos.
Lábaro es la sociedad matriz de un grupo de empresas del sector inmobiliario, cuya actividad se inició en 1987, especializado en la gestión de suelo y la promoción de viviendas.
Su negocio principal radica en España, aunque también desarrolla su actividad en países de Europa del Este.
En las dos últimas semanas, además de Lábaro, también han presentado concurso voluntario de acreedores Seop, Cosmani Inmobiliaria y la constructora de vivienda protegida Prasi.