Este esfuerzo por parte de los trabajadores fue necesario, recordó, para equilibrar ambas fábricas y poder competir con las condiciones laborales de Polonia. El presidente del Comité de Empresa, Juan Carlos Sánchez, estimó que lo que ha podido inclinar la balanza hacia España ha sido que aquí había que hacer "menos inversiones", aunque reconoció que la batalla ha sido "difícil" porque la descompensación de Zaragoza en cuanto a salarios y jornadas también pesaba.
Con la designación del nuevo Meriva, que comenzará a fabricarse a mediados de 2009, se aseguran "sustanciales inversiones" en la fábrica hasta el 2015, dijo Bona. En este sentido, Sánchez, especificó que la asignación de cada modelo conlleva una inversión que supera los 480 millones de euros. Además, como se generará un aumento en la producción de coches, que pasarán de los 1.740 actuales a 2.000 diarios (sumando el nuevo Meriva y el nuevo Corsa que comienza a montarse en agosto), será necesario contratar, después de este verano, a unas 150 personas más.
El presidente de General Motors Europa llegó este martes a Zaragoza, una visita que no se había anunciado y que generó expectativas ante la posibilidad de que pueda conocerse finalmente si la planta de Figueruelas fabricará el nuevo modelo del Meriva, una carrera en la que la factoría aragonesa puja con la polaca de Gliwice. Finalmente ha sido la planta española la que se encargará del proyecto.