LD (Lorenzo Ramírez) La crisis económica que azota las finanzas domésticas está reduciendo la contratación de paquetes turísticos en España y anticipa malos augurios para un negocio que ya empezó el año con problemas de facturación. Frente a los crecimientos de la cifra de negocio cercanos al 6 por ciento contabilizados en ejercicios anteriores, en lo que va de año la actividad de las agencias de viaje ha repuntado un tímido uno por ciento.
Para el máximo responsable de la Asamblea General de la Federación Española de Agencias de Viajes (FEAAV), Jesús Martínez Millán, el turismo se ha visto afectado por la ralentización de la economía dentro de un contexto general de bajada del consumo, derivado de la pérdida de poder adquisitivo por parte de los ciudadanos.
Aunque para Martínez Millán, "no se trata una situación dramática", las familias están retrasando hasta el último momento la contratación de sus vacaciones. Bien es cierto que una característica particular del mercado español es la falta de previsión a la hora de planificar y adquirir los paquetes turísticos, aunque la crisis ha agudizado esta tendencia tan ibérica.
Debido a ello, las peticiones de información a las agencias de viajes se redujeron un 10 por ciento durante el primer semestre de 2008. Las agencias reconocen que hay una cierta dificultad para vender que podría empeorar después del verano, lo que obligaría a las empresas del sector a lanzar ofertas y rebajar los precios, además de gastar bastante dinero en campañas publicitarias, para salvar sus cuentas de resultados.
Los delegados comerciales consultados por LD coinciden en este análisis y advierten que se pueden producir cierres masivos de agencias una vez constaten la imposibilidad de continuar adelante con la actual coyuntura económica. “Harán cuentas y, si no salen, echarán el cierre”, explican las mismas fuentes.
Según FEEAV la mayor incidencia de los cierres se registrará en las franquicias cuyos responsables han llegado de fuera del sector, aunque tampoco se librarán las grandes redes turísticas, algunas de las cuales están realizando ajustes de plantilla.
La Federación considera que las pequeñas y medianas empresas con experiencia en el sector continuarán adelante, produciéndose un saneamiento en el negocio, al salir los competidores que acudieron a esta actividad al albor del boom económico; tal como ocurrió en los años noventa.
Los hoteleros, “moderadamente optimistas”
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) se muestra "moderadamente optimistas" pese al descenso en la rentabilidad previsto para el verano, motivado sobre todo por el aumento de los costes para el sector, y a la previsible caída de la estancia media durante la temporada alta.
"Nosotros no estamos en crisis, porque somos un sector financieramente fuerte, maduro y que no ha sufrido como otros sectores desde el inicio de la desaceleración hasta el momento", recalcó el presidente de la CEHAT, Joan Molas, en la presentación del Observatorio de la Industria Hotelera para el próximo cuatrimestre.
Situación “preocupante”
No obstante, Molas admitió un "notable impacto" del precio del petróleo sobre los precios de la energía, el transporte, los suministros y la alimentación, así como un encarecimiento del tipo de cambio del euro frente a la libra esterlina --Reino Unido es el principal mercado emisor de turistas hacia España--, lo que da lugar a una situación "francamente preocupante".
Las agencias de viajes y los hoteleros coinciden en afirmar que el sector capeará la crisis en verano, con un aumento de las llegadas del 4,4 por ciento. El problema es que este aumento se dará a costa de reducir los beneficios de las empresas en sus cuentas de resultados, pues el incremento de los costes no se compensará con alzas de precios. Las pequeñas y medianas empresas tendrán más dificultades debido a su menor capacidad para reducir el margen de negocio.