LD (EFE) El secretario general de la FIAB, Jorge Jordana, en rueda de prensa, analizó la repercusión del incremento de los precios en las materias primas, subrayó que a corto plazo "son muchos los problemas se generan para las industrias del sector" y que "estamos ante un cambio profundo en la producción agraria y agroalimentaria" en toda Europa.
En el caso de la industria española del ramo, avanzó que "en absoluto" está "contenta con esta situación" que, a su juicio, "va a dañar mucho su estructura", y auguró una caída del volumen de ventas de entre el 1,5 y el 2 por ciento durante este ejercicio, si bien aún habrá que esperar a la evolución de los próximos meses de este año "atípico".
El representante de la patronal de la alimentación española, quien vaticinó que "a partir de ahora todo va a subir nos guste o no, ya que no nos han dado elección", alertó también de que determinados sectores en España, como el ganadero, el cárnico o el lácteo "lo van a pasar muy mal".
Añadió que las industrias deberán reformular sus productos para abaratar costes y reconoció que a corto plazo habrá que aprender a convivir con una situación marcada por la subida de costes en la materias primas fundamentales, pero con una gran volatilidad. Según explicó, estos costes se repercutirán cuando se pueda en el mercado que está ya muy paralizado y vaticinó que el proceso de adaptación será "muy complicado, con fuertes distorsiones y con desaparición de empresas, repercutiendo de forma desigual, por lo que algunos sectores se encontrarán en muy mala situación".
Tras repasar el contexto macroeconómico actual, anunció también que el previsible incremento de la inflación puede obligar a una subida de los tipos de interés en la UE, lo que, a su vez, volverá a "enfriar la demanda, oscureciendo aún más la evolución del mercado".
Recordó que el incremento de costes está provocando que el sector ganadero "esté al borde de la desaparición" y lamentó que no se está dando a todos estos temas "la importancia que merecen", y que requieren mayor seriedad y, en el caso de la UE, la creación de un grupo de crisis que adopte medidas urgentes.
Entre las acciones necesarias para paliar esta situación de subidas, Jordana abogó por cambiar "con rapidez" la política agrícola común y planteó la necesidad de abaratar al máximo los costes de producción, por lo que urge una revisión de la política sobre transgénicos o de la utilización de harinas de carnes.
Además, instó a que las autoridades comunitarias pongan en marcha "una política de stocks" para luchar contra la "aleatoriedad" de las producciones y dijo que es prioritaria la revisión de las políticas energéticas, que hay que tomarse en serio el abusivo consumo del petróleo y que se deben impulsar otras formas alternativas de producciones de energía.
Sobre las denuncias de algunas asociaciones de consumidores sobre una posible concertación para subir precios, Jordana negó acuerdos empresariales y reiteró que lo que se ha producido ha sido un "cambio radical" en la situación y que "si queremos que los precios de los alimentos no sigan subiendo es necesario tomar medidas energéticas eficaces".
En el caso de la industria española del ramo, avanzó que "en absoluto" está "contenta con esta situación" que, a su juicio, "va a dañar mucho su estructura", y auguró una caída del volumen de ventas de entre el 1,5 y el 2 por ciento durante este ejercicio, si bien aún habrá que esperar a la evolución de los próximos meses de este año "atípico".
El representante de la patronal de la alimentación española, quien vaticinó que "a partir de ahora todo va a subir nos guste o no, ya que no nos han dado elección", alertó también de que determinados sectores en España, como el ganadero, el cárnico o el lácteo "lo van a pasar muy mal".
Añadió que las industrias deberán reformular sus productos para abaratar costes y reconoció que a corto plazo habrá que aprender a convivir con una situación marcada por la subida de costes en la materias primas fundamentales, pero con una gran volatilidad. Según explicó, estos costes se repercutirán cuando se pueda en el mercado que está ya muy paralizado y vaticinó que el proceso de adaptación será "muy complicado, con fuertes distorsiones y con desaparición de empresas, repercutiendo de forma desigual, por lo que algunos sectores se encontrarán en muy mala situación".
Tras repasar el contexto macroeconómico actual, anunció también que el previsible incremento de la inflación puede obligar a una subida de los tipos de interés en la UE, lo que, a su vez, volverá a "enfriar la demanda, oscureciendo aún más la evolución del mercado".
Recordó que el incremento de costes está provocando que el sector ganadero "esté al borde de la desaparición" y lamentó que no se está dando a todos estos temas "la importancia que merecen", y que requieren mayor seriedad y, en el caso de la UE, la creación de un grupo de crisis que adopte medidas urgentes.
Entre las acciones necesarias para paliar esta situación de subidas, Jordana abogó por cambiar "con rapidez" la política agrícola común y planteó la necesidad de abaratar al máximo los costes de producción, por lo que urge una revisión de la política sobre transgénicos o de la utilización de harinas de carnes.
Además, instó a que las autoridades comunitarias pongan en marcha "una política de stocks" para luchar contra la "aleatoriedad" de las producciones y dijo que es prioritaria la revisión de las políticas energéticas, que hay que tomarse en serio el abusivo consumo del petróleo y que se deben impulsar otras formas alternativas de producciones de energía.
Sobre las denuncias de algunas asociaciones de consumidores sobre una posible concertación para subir precios, Jordana negó acuerdos empresariales y reiteró que lo que se ha producido ha sido un "cambio radical" en la situación y que "si queremos que los precios de los alimentos no sigan subiendo es necesario tomar medidas energéticas eficaces".