Según se desprende de los datos de la Central de Balances Trimestral (CBT) recogidos en Boletín Económico del Banco de España correspondiente al mes de marzo, el pasado ejercicio se caracterizó por una recuperación de la actividad económica de las empresas, si bien ésta se frenó en el segundo semestre del año como consecuencia de la subida del IVA el 1 de julio y de la finalización del Plan 2000E de ayudas directas a la compra de automóviles, informa Europa Press.
En este contexto, las empresas recortaron el número medio de trabajadores un 1,8% en 2010, reducción muy inferior a la del 3,5% contabilizada un año antes. El empleo fijo bajó un 1,1%, mientras que el eventual cayó un 5,9%, porcentaje que, aun siendo significativo, disminuyó considerablemente respecto al -16,1% contabilizado en 2009.
El recorte del empleo y la contención de las remuneraciones medias (que subieron un 0,8% frente al 1,6% contabilizado en 2009) provocaron que los gastos de personal bajaran el pasado año un 1%, continuando con la evolución negativa registrada en el ejercicio anterior (-2%). Así 2009 y 2010 son los primeros años en los que los gastos de personal bajan en términos nominales.
Este comportamiento del empleo contrasta con la evolución de la actividad de las empresas no financieras, que creció un 3,7% en 2010, frente a la caída del 8,3% contabilizada en 2009. No obstante, la actividad vino marcada por dos semestres muy diferenciados. En el primero, creció un 6%, pero en el segundo el aumento se frenó hasta el 1%, por el fin del Plan 2000E de ayudas a la compra de coches y por la subida del IVA el pasado 1 de julio.
Un poco mas de crédito
La recuperación de la actividad y el descenso de los gastos de personal propiciaron que el beneficio bruto de las empresas subiera un 8,1% en 2010, frente a la caída del 13,6% en 2009. Los ingresos financieros bajaron un 3,4%, mientras los gastos financieros crecieron un 4,3%, ante el ligero aumento de la financiación recibida por las empresas.
Con todo ello, el resultado ordinario creció un 6,5% el pasado año, en contraste con la caída del 7,6% del ejercicio anterior. De su lado, el beneficio neto creció sólo un 4,3%, dato que contrasta con el fuerte incremento del 53,9% contabilizado en 2009, y que se explica por la drástica disminución de los resultados atípicos. Ante este comportamiento volátil del beneficio neto, el Banco de España subraya que es conveniente medir la rentabilidad en relación con la actividad de las empresas, lo que arroja una tasa en 2010 del 29%, prácticamente idéntica a la registrada el año anterior.