LD (Europa Press) En el caso de la adquisición de la primera vivienda, las familias necesitaron destinar el 36,8 por ciento de sus ingresos a la compra de un inmueble (35 por ciento en 2005), mientras que el porcentaje se reduce al 24,7 por ciento si se trata de la compra de la segunda vivienda (22,5 por ciento en 2005). Igualmente, el esfuerzo que realizaron los hogares el pasado año para adquirir otros activos como garajes, o para rehabilitar o reformar sus viviendas ascendió al 21,5 por ciento de su renta.
La AHE indica que el incremento de los precios de la vivienda durante el pasado año, que crecieron por encima del 9 por ciento, ha sido la principal causa del aumento experimentado en la deuda hipotecaria de las familias en 2006 respecto de 2004 y 2005. Además, añade que el aumento de precios, junto con la senda creciente de los tipos de interés, ha repercutido "negativamente" en el nivel de esfuerzo inicial de los hogares que desean acceder por primera vez a una vivienda en propiedad, dejando fuera del mercado a una parte "significativa" de ellos.
Síntomas de debilidad
En esta misma línea, el porcentaje de financiación hipotecaria para la adquisición de un inmueble respecto a su valor de tasación se elevó casi dos puntos en 2006, hasta el 68,2 por ciento. Este porcentaje se situó en el 68,9 por ciento en el caso de la primera vivienda y en el 65 por ciento para la compra de la segunda vivienda.
No obstante, los datos de la AHE muestran que el esfuerzo para la compra del primer inmueble (68,9 por ciento) se moderó tres puntos respecto a 2005 (71,9 por ciento), lo que revela, según su análisis, los "primeros síntomas de debilidad" de la demanda del primer acceso a una vivienda, colectivo que en 2005 representaba alrededor del 70 por ciento del total de la demanda y que en 2006 redujo su peso hasta el 60 por ciento.
Se modera el crecimiento hipotecario
Por otra parte, la deuda hipotecaria de las familias mantuvo en el primer trimestre la senda de desaceleración iniciada a lo largo del año 2006, y se situó en 592.223 millones de euros, lo que representa un incremento del 18,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, la menor tasa de los últimos cinco años, según los datos publicados por el Banco de España.
El menor ritmo de crecimiento de la deuda hipotecaria de las familias está en línea con el ligera desaceleración de los precios de la vivienda iniciado en 2006 y con el paulatino incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo en el último año, que ha situado el precio del dinero en el 3,75 por ciento. Además, se está registrando también una pequeña desaceleración del número de viviendas construidas.