LD (EFE) Así lo manifestó Herce durante su comparecencia en la comisión no permanente del Pacto de Toledo, aunque alertó sobre las consecuencias del envejecimiento de la población en el futuro de las pensiones.
Dijo que el coeficiente formado por el número de años cotizados y el de los que se cobra una pensión "es cada vez peor" y que el sistema de pensiones "no puede convivir con ese álgebra vital tan imposible".
A pesar de ello, Hercé afirmó que los pensionistas "vigentes" son los que menos tienen que pensar en las consecuencias de cualquier reforma del sistema.
Dijo que "no entiendo por qué es tan fácil movilizar a este colectivo", en referencia a determinados mensajes de alarma y que "no escucharía" estos mensajes "si tuviera 55 años o más".
Según sus previsiones, el sistema de la Seguridad Social mantendrá "un cierto superávit" en 2009 que "desaparecerá" en 2010 año en el que "espera" sea el último de deterioro y a partir del cual se recupere la situación.
A más largo plazo, señaló, los p roblemas se manifestarían a partir de 2020, con un aumento del déficit, y el sistema de pensiones sería insuficiente desde 2030.
Por ello, recomendó aumentar el esfuerzo contributivo y la edad legal de la jubilación, pagar más cotizaciones, ahorrar más o "la más dolorosa", que sería ajustar las prestaciones a las condiciones de longevidad (dividir el montante de la pensión entre más años).
Por su parte, el director del Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del País Vasco, Felipe Serrano Pérez, durante su comparecencia recomendó la "plena" convergencia entre los salarios de los trabajadores inmigrantes y los nacionales.
Afirmó que el sueldo de los inmigrantes afiliados al régimen general es, de media, un 20 por ciento menor que el de los españoles y si se mantiene así, en 2050 serían necesarios un millón más de emigrantes para equilibrar el sistema.
Auguró que el "tope" de empleo entre los españoles se alcanzará a mediados de la próxima década y después se estima que caerá hasta 2050 y que los afiliados a la Seguridad Social disminuirían en torno a 2028.
Por ello planteó aumentar el tipo de cotización , disminuir la "generosidad" del sistema, disminuir el peso de las pensiones derivadas (invalidez, etc.), aumentar la edad de jubilación, medida que "valoró" especialmente o hacer una combinación de todas.
Dijo que el coeficiente formado por el número de años cotizados y el de los que se cobra una pensión "es cada vez peor" y que el sistema de pensiones "no puede convivir con ese álgebra vital tan imposible".
A pesar de ello, Hercé afirmó que los pensionistas "vigentes" son los que menos tienen que pensar en las consecuencias de cualquier reforma del sistema.
Dijo que "no entiendo por qué es tan fácil movilizar a este colectivo", en referencia a determinados mensajes de alarma y que "no escucharía" estos mensajes "si tuviera 55 años o más".
Según sus previsiones, el sistema de la Seguridad Social mantendrá "un cierto superávit" en 2009 que "desaparecerá" en 2010 año en el que "espera" sea el último de deterioro y a partir del cual se recupere la situación.
A más largo plazo, señaló, los p roblemas se manifestarían a partir de 2020, con un aumento del déficit, y el sistema de pensiones sería insuficiente desde 2030.
Por ello, recomendó aumentar el esfuerzo contributivo y la edad legal de la jubilación, pagar más cotizaciones, ahorrar más o "la más dolorosa", que sería ajustar las prestaciones a las condiciones de longevidad (dividir el montante de la pensión entre más años).
Por su parte, el director del Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del País Vasco, Felipe Serrano Pérez, durante su comparecencia recomendó la "plena" convergencia entre los salarios de los trabajadores inmigrantes y los nacionales.
Afirmó que el sueldo de los inmigrantes afiliados al régimen general es, de media, un 20 por ciento menor que el de los españoles y si se mantiene así, en 2050 serían necesarios un millón más de emigrantes para equilibrar el sistema.
Auguró que el "tope" de empleo entre los españoles se alcanzará a mediados de la próxima década y después se estima que caerá hasta 2050 y que los afiliados a la Seguridad Social disminuirían en torno a 2028.
Por ello planteó aumentar el tipo de cotización , disminuir la "generosidad" del sistema, disminuir el peso de las pensiones derivadas (invalidez, etc.), aumentar la edad de jubilación, medida que "valoró" especialmente o hacer una combinación de todas.