LD (L. Ramírez) El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, no desea que el Estado acuda al rescate de las empresas en apuros porque considera que "ayudar a sobrevivir a entidades inviables lastra y debilita al conjunto del sistema y eso debería evitarse". Martín realizó estas manifestaciones durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso para dar explicaciones sobre la restricción crediticia y los efectos de la crisis financiera internacional.
En el horizonte se vislumbra el rescate de la Caja de Castilla - La Mancha (CCM), que tiene un agujero de más de 3.000 millones de euros por la falta de criterios de mercado en la concesión de créditos y que ha servido al gobierno regional de José María Barreda para realizar inversiones ineficientes.
Aunque este no es un problema que afecte sólo a esta entidad, ya que la estructura de las cajas de ahorros (con políticos sentados en los órganos directivos) facilita la discrecionalidad en la gestión del negocio y la falta de criterios de mercado.
El Gobierno quiere rescatar a CCM a través del Banco de España, con el Fondo de Garantía de Depósitos, para después fusionarla con Unicaja (también gobernada por un gobierno regional socialista, el de Manuel Chaves). El objetivo de esta operación es que no se conozca la responsabilidad de los gestores de CCM en el agujero patrimonial y que se tapen las vergüenzas de la entidad financiera castellano manchega.
El presidente de AEB puso como ejemplo –para criticar la salvación de entidades- el caso de Japón, donde las ayudas multimillonarias del Estado apenas sirvieron en los años 90 para sacar del colapso a su sistema financiero. De hecho, el país nipón lleva en crisis desde entonces y, según han advertido los economistas del Observatorio Económico de FAES, España podría seguir su camino, con una crisis en forma de L (caída para mantenerse en el suelo), en lugar de la crisis en U (bajada para después subir) que predice el vicepresidente económico, Pedro Solbes.
Martín alertó también de los riesgos del excesivo enedudamiento de la economía española. Hasta ahora, los tipos de interés artificialmente bajos provocaron un incremento de la deuda de las familias y empresas sin precedentes en la historia nacional (generando la burbuja inmobiliaria) gracias a la llegada del euro. Pero en la actualidad es el Estado el que está recogiendo el testigo del sector privado, emitiendo deuda para pagar rescates de empresas ineficientes.
Según el presidente de la patronal bancaria España es uno de los países más endeudados del mundo y por lo tanto el objetivo prioritario es reducir ese endeudamiento. A su juicio, este proceso de desapalancamiento debe hacerse de forma gradual y no brusc,a porque podría llevarse por delante a las entidades financieras.
Martín explicó que las causas de la crisis económica española no tienen que ver sólo con lo que ha ocurrido en EEUU, sino que también, hay razones internas. En particular en lo relacionado con las enormes necesidades de financiación que tiene la economía española.
Subida de la morosidad
El presidente de la patronal, que integra a 61 bancos y 36 sucursales de entidades extranjeras, advirtió de que la solvencia de los prestatarios "se ha deteriorado notablemente", tal y como pone de manifiesto la morosidad, cuya tendencia al alza no tiene visos de mejorar a la luz de la evolución del paro, y añadió que los bancos deben ajustar los criterios de riesgo para garantizar la correcta gestión de los recursos económicos en aras del bien general.
Martín pronosticó que en esta coyuntura las entidades "más fuertes y preparadas" no perderán la ocasión de aumentar su cuota de mercado. "Mantener la competencia es esencial, que un número de jugadores compitan entre sí y lo hagan en igualdad de condiciones", agregó el presidente de la patronal.
Para transmitir "el firme compromiso" de los bancos de satisfacer sus responsabilidades ante la sociedad y la economía española, Martín explicó que la crisis que atraviesa España deriva tanto de la acumulación de desequilibrios durante la fase alcista del ciclo, como de las restricciones internacionales de liquidez, que han agravado el ajuste.
"Los efectos de la crisis internacional nos afectan más que a nadie por el cierre de la financiación", por lo que la AEB pidió la apertura de los mercados y no un nuevo marco de regulación que requiere más elaboración, dijo Martín, si bien subrayó que la crisis internacional es "externa y extraña" al sistema financiero español, que no ha invertido en activos tóxicos ni se sostenía sobre el modelo bancario que ha arrastrado a la quiebra a grandes bancos de inversión.
Martín dijo que las cifras avalan el "enorme esfuerzo" realizado por el sistema bancario español desde agosto de 2007, fecha en que se desató la crisis subprime, mientras que en otros países del mundo el crédito se está contrayendo y el capital de las entidades se está deteriorando, caso que "no es el de España", donde el capital de bancos supera el mínimo regulatorio.
La banca “arrimará el hombro”
Por otra parte, el presidente de AEB aseguró hoy que la banca "arrimará el hombro" para salir de la crisis e insistió en que no se ha cerrado el grifo del crédito "porque seríamos las primeras víctimas si lo hiciéramos".
"Estamos dispuestos a desplegar con inteligencia y tesón nuestras capacidades y no escatimaremos los esfuerzos que nos corresponden", subrayó Martín. En cualquier caso, sí destacó que en España las familias y las empresas padecen la "enfermedad" del sobreendeudamiento, que sólo puede "curarse" reduciendo su nivel de deuda, y recordó que la concesión de crédito está sujeta a tres condicionantes: calidad, liquidez y solvencia.
El presidente de la patronal bancaria insistió en la solidez, eficiencia y competitividad del sistema bancario español pero advirtió de que, para que lo siga siendo, deben llevarse a cabo las reformas "necesarias" tanto de la economía como del sistema bancario.