La economía española avanzó un 0,1% respecto al trimestre anterior, según el boletín económico de abril del Banco de España (BdE). Hasta aquí el dato oficial. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha adelantado así a la publicación del informe al adivinar esta semana que el PIB en el primer trimestre sería positivo. De este modo, el Gobierno tiene un nuevo flotador al que agarrase para insistir en su mensaje de recuperación.
Sin embargo, a estas cifras hay que añadir varias puntualizaciones. En primer lugar, España no ha salido oficialmente -aunque sí técnicamente- de la recesión que comenzó a finales 2008, ya que para ello tendría que volver a crecer en el presente trimestre. Por otro lado, la economía nacional se sigue contrayendo a nivel interanual -dato clave-. En concreto, el PIB cayó un 1,3% respecto al primer trimestre de 2009, según las estimaciones Banco de España.
Pero, lo más importante, es que los indicadores de destrucción laboral que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) contradicen el crecimiento anunciado el Banco de España. “Con los datos de empleo del primer trimestre no parece que la economía española haya crecido en el primer trimestre”, según Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa (IE).
“Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran que la ocupación total se redujo en 251.000 personas con respecto al cuarto trimestre del año pasado […] Ello supone una tasa trimestral anualizada de -2,6%, una décima superior y, por tanto, prácticamente igual a la del trimestre anterior, que había sido del -2,5%”, añade.
Por ello, Pampillón destaca que “los datos de ocupación, tanto de la EPA como los de afiliación a la Seguridad Social, siguen señalando crecimiento negativo y que España se enfrenta a una desgraciada combinación de modelo económico agotado con una fuerte caída de la actividad económica. Su manifestación más grave es precisamente la fuerte destrucción de empleo”.
El mantenimiento de la destrucción laboral unido a la atonía de la producción y demanda del sector privado “llevan a concluir que el comportamiento del PIB fue similar en el primer trimestre de este año al del cuarto trimestre del año pasado (-0,1%)”.
Además, el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) señala que la mejoría de algunos indicadores clave (como el consumo) se debe a “algunas medidas públicas de apoyo a la demanda”. En concreto, “los planes de apoyo al sector privado incidieron en la reactivación de algunos componentes del gasto, en particular del consumo de los hogares […] En sintonía con este panorama, todas las ramas productivas mantuvieron un tono algo menos deprimido”.
Demanda
El consumo de los hogares creció a nivel intertrimestral gracias, sobre todo, al “intenso crecimiento interanual de las matriculaciones” (con una tasa del 44% en el primer trimestre). Además, según el BdE, “aunque faltan todavía unos meses para la subida del IVA, no puede descartarse que algunas de las decisiones de consumo de los primeros meses del año -en especial, las relativas a la adquisición de bienes duraderos- representen una anticipación de gasto futuro, de modo que el mayor dinamismo del consumo que se observa podría tener un cierto componente transitorio”.
Es decir, el consumo crece respecto a finales de 2009, pero tanto las ayudas a la compra de coches como la futura subida del IVA han estimulado de forma artificial y “transitoria” unas decisiones de gasto que, tal y como admite el BdE, “siguen estando afectadas por el deterioro del mercado laboral […] el mantenimiento de condiciones crediticias relativamente restrictivas y la disminución de la riqueza asociada a la caída del precio de la vivienda”.
En cuanto a la compraventa de pisos, los cambios en la fiscalidad de las viviendas "podrían estar incentivando la anticipación de algunas decisiones de compra", dando un empuje adicional al mercado que desaparecerá una vez entren en vigor dichas modificaciones. El Gobierno aprobó la eliminación de la deducción por compra de vivienda para rentas superiores a los 24.000 euros desde enero de 2011.
Inversión
En cuanto a la inversión en equipo, el informe advierte de que “tras el repunte que se observó en la segunda mitad de 2009 en términos intertrimestrales, la información disponible apunta a un cierto retroceso en el primer trimestre de 2010”.
De hecho, el BdE indica que “al igual que en el caso del consumo privado, parte de la inversión en bienes de equipo podría estar reflejando un adelanto en las decisiones de compra ligado a los planes públicos de estímulo, lo que tendería a moderar el aumento de la inversión en los trimestres venideros”.
También cae la inversión en construcción, “posiblemente asociado a la finalización de las obras relacionadas con el Fondo de Inversión Local [Plan E 2009] y a la espera del comienzo de las nuevas actuaciones que serán objeto de financiación por parte del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local [Plan E 2010]”, señala el documento. Asimismo, “en los primeros meses de 2010, habría continuado con intensidad el ajuste de la inversión residencial". Por último, “los planes de inversión de las empresas no dieron señales de recuperación”.
Producción
En el ámbito de la producción, el documento destaca que “durante el primer trimestre de 2010, el valor añadido bruto del conjunto de la economía de mercado se habría mantenido estable respecto a los meses finales de 2009, después de registrar caídas durante siete trimestres consecutivos”.
De hecho, el Índice de Producción Industrial ha tenido un comportamiento peor que el trimestre anterior, mientras que el indicador de producción de la construcción también ha experimentado un comportamiento más debilitado.
Gasto público
Los que sí crece, y mucho, es el gasto público: 48.305 millones de euros (un 13,4% interanual en el primer trimestre). Y con él, también el déficit del Estado que, aplicando criterios de caja, ascendió a 15.546 millones de euros, frente al déficit de 11.345 millones de euros del primer trimestre de 2009 (un 37% más).
Por todo ello, Pampillón concluye que “el Gobierno busca enviar mensajes estadísticos positivos, pero lo que tiene que hacer es resolver los problemas estructurales de la economía española. Estamos pagando y seguiremos pagando un alto precio por la falta de reformas”.