Los afectados -que aún no han recibido la comunicación del ministerio- han asegurado que se les ha utilizado como "conejillos de indias" y "chivos expiatorios" de quienes han "falseado" los datos de la entidad. Tachan de "muy injusto" que el equipo directivo de la entidad "se vaya de rositas" y se cargue toda la culpa en ellos, que también están molestos por haberse enterado a través de los medios de comunicación y "por segunda vez" de las sanciones.
Los consejeros afectados entienden que, en todo caso, se les puede reprochar no haber "verificado" que se cumplieran los mandatos del Banco de España después de la inspección que hizo en 2008 el supervisor, antes de que la entidad fuera intervenida el 29 de marzo de 2009.
En la comunicación que remitió el Banco de España tras su inspección en CCM la cuestión "más importante" que se decía era que las pérdidas de la cartera de valores se imputaran contra la cuenta de resultados y lo demás eran ajustes contables sin importancia, ha explicado a Efe uno de los sancionados. Además, ellos insisten en que no estaban en el día a día de lo que ocurría en la entidad, puesto que sólo celebraban reuniones una vez al mes.
Por ello, los consejeros consultados han coincidido en señalar que van a presentar un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional por entender que las sanciones tienen una base "política y no jurídica" y esperan, por tanto, que en la Audiencia Nacional se hable "con fundamentos jurídicos".
Los ex-consejeros lamentan haberse quedado solos sin nadie que les defienda, porque les ha venido muy bien haber encontrado en nosotros la tormenta perfecta".