( LD ) Si los síntomas son leves, el farmacéutico puede recomendar alguna de las múltiples presentaciones de antihistamínicos que no requieren prescripción médica. Cuando los síntomas no remiten o los casos son graves, es el médico el que debe establecer el medicamento y la dosis adecuados.
Son muchos los pacientes que utilizan este tipo de tratamiento de forma estacional, es decir cuando aparecen los síntomas con motivo de la primavera, pero no es conveniente que el medicamento se guarde de un año para otro una vez abierto, ya que los domicilios no son lugares con garantías para su conservación por lo que puede producirse la degradación del fármaco y la pérdida de efectividad y seguridad.
Es importante, asimismo, que el paciente confirme el diagnóstico de alergia, puesto que la utilización de los medicamentos que no son necesarios implica un riesgo sin obtener a cambio un beneficio claro. Este riesgo puede ser porque esté empleando otros tratamientos que interaccionen con el antihistamínico.