La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y La Federación Española de Hostelería (FEHR) instan tanto al Ministerio de Fomento como al Ministerio de Industria Turismo y Comercio y a los agentes sindicales a alcanzar un acuerdo definitivo que suponga la cancelación inmediata de los paros anunciados. Según advierte la patronal hotelera, estos días de huelga pueden generar perjuicios irreparables para el turismo en un momento clave para su recuperación.
Como señalan CEHAT y FEHR, tras los episodios acaecidos el año pasado (especialmente la crisis del volcán islandés y las huelgas de los controladores), que impactaron tan duramente en la actividad del sector, la economía española y la industria turística no pueden permitirse una nueva amenaza contra uno de los principales motores económicos de España.
En este sentido, los hosteleros recuerdan que existían perspectivas optimistas hacia el primer periodo del año, un optimismo que según ha valorado el presidente de CEHAT, Juan Molas, puede verse truncado ante esta huelga: "este anuncio y la prolongación de esta situación ponen en serio peligro la imagen y el atractivo de España como destino turístico en un momento en que el sector hotelero por fin veía signos de recuperación‟.
El presidente de la patronal ha apuntado que la ocupación hotelera durante la Semana Santa de 2010 superó el 77%, lo que pone de manifiesto el impacto que la huelga podría tener en el sector sólo en este período.
El presidente de FEHR. José María Rubio, apunta que "el anuncio no hace más que agravar la situación del sector truncando el único elemento de optimismo que vemos en el horizonte y es la recuperación de nuestros mercados turísticos internacionales" además añadió que "la convocatoria coincide con un periodo especialmente malo para bares, restaurantes y ocio nocturno a los que está afectando la caída de facturación por la ley del tabaco".
Además las patronales hosteleras han manifestado de nuevo la necesidad de calificar determinadas estructuras, entre las que se encuentran los aeropuertos, como servicios esenciales, a fin de evitar que se ponga en peligro el derecho a la libre circulación de las personas.