Chorradas. Sólo chorradas.
Es una simple "vuelta en un día". Una formación técnica frecuentísima que aparece en los mercados, conocida y ampliamente descrita desde hace muchísimos años. Estas formaciones pueden ser de dimensiones muy variadas, y su intensidad depende de lo que a veces se llama el "sentimiento" del mercado.
Cuando el mercado está en una tendencia descendente, suelen ser mucho más intensas a la baja, mientras que cuando el mercado es ascendente, suelen ser mucho más intensas al alza.
Técnicamente se interpretan como el final de una tendencia secundaria, en este caso descendente. Cuando son descendentes, van seguidas de una recuperación menor que el descenso, por lo que se clasifican entre las llamadas "formaciones de continuidad de tendencia".
Osea que cabe esperar un ascenso en los precios, que no durará mucho tiempo. Claro que, por otro lado, toda tendencia primaria termina con el fin de una secundaria, así que podría pensarse que es el final de una tendencia primaria, a condición de que otras formaciones lo confirmen.
Psicológicamente, estas formaciones marcan niveles de "pánico" debido a una incertidumbre extrema. Los inversores consideran esos niveles demasiado bajos para vender, pero se ven empujados a hacerlo como medida de seguridad, por lo que están predispuestos a recomprar al menor signo de recuperación del precio. Eso es lo que produce la "vuelta en un dia" (o en un minuto, hora, etc.).
Que un mercado esté descendiendo un 2 o un 3% en una sola jornada, y la tendencia se dé la vuelta tras un rápido descenso de un 10%, no sólo no tiene nada de particular, sino que es proporcionado y relativamente frecuente.
Sucede ahora, con los mercados electrónicos, y sucedía en el siglo XIX, cuando los mercados funcionaban de viva voz y la información se difundía por el periódico del día siguiente o, en el mejor de los casos, a través del telégrafo. Bastan unos pocos minutos para encontrar una docena de ellas en el gráfico del IBEX de los últimos veinte años... o en el de los últimos veinte meses... o en el de los últimos 20 minutos.
La anulación de operaciones que está llevando a cabo el regulador es intervencionista, innecesaria, perjudicial y ridícula. Seguramente, dentro de no mucho tiempo los precios estarán por debajo de los niveles mínimos alcanzados en el día de ayer. Pero la atención estará en otra cosa y nadie se acordará de lo sucedido.
Únicamente los gráficos dejarán en evidencia que las anulaciones sólo han servido para castigar a los que supieron adelantarse, y premiar a quienes se equivocaron.
No hay error, no hay conspiración, no hay magia, no fue culpa de los ordenadores... es simplemente el mercado, el maldito mercado. Quienes no se den cuenta de ello es que no han leído lo suficiente, o que tienen pocas horas de vuelo en la bolsa.
Hay otra posibilidad: Que haya sido cosa de Lex Luthor.
En español un billón es un millón de millones. En inglés un billón son mil millones.
En español un billón es un millón de millones. En inglés un billón son mil millones.
La verdad es que eso de confundir billones americanos con billones métricos, siendo algo posible, no es muy creíble.
Lo mejor sería que se pasaran a la notación exponencial o a los prefijos del SI.
Por ejemplo, 1E12 sería 1*10^12, esto es, uno por diez elevado a doce, esto es un uno seguido de doce ceros, esto es 1.000.000.000.000; vamos, 1 billón o mil billones americanos.
1e9 serían mil millones de los nuestros (y de la mayor parte del planeta) y un billón yankee.
Con unidades, un billón de dólares sería 1 T$, un teradólar. Un tera son mil gigas, o una Te son mil Ges. 1000 gigadólares serían, a su vez 1e6 megadólares.
Lo mejor sería ponernos de acuerdo de una vez y decir que un mega-lo-que-sea son un millón de cositas, un giga-lo-que-sea son mil mega-lo-que-sean y que un tera-lo-que-sea son mil-giga-lo-que-sean.
Peor es lo de los japoneses, que cuentan de cuatro en cuatro y no de tres en tres. Es decir, cuentan de diez mil en diez mil.