LD (EFE) Tejedor declaró que estos "planteamientos científicos" son ajenos a una realidad diferente que "se cuece" en un Consejo donde "guste o no, existe mercadeo". Además, recordó que hace 6 años se propuso una medida similar por recomendación de unos científicos que "erraron muy mucho" en sus estimaciones sobre la biomasa de los caladeros, y que tampoco prosperó.
El representante de los pescadores guipuzcoanos destacó que la anchoa es la segunda especie más importante para la flota cantábrica -por detrás de los túnidos-, por lo que el anuncio de la CE "ha echado a temblar a las miles de familias que dependen de esta pesquería". "Cualquier reducción del 20 ó 25 por ciento es escandalosa. Si la reducción es del 85 por ciento la situación es dramática, porque no sabemos dónde ir a pescar", se lamentó Tejedor, quien confió en que la propuesta no saldrá adelante en sus actuales términos.
Aún así, los pescadores no confían en la negociación de Espinosa
"Hay más de 3.000 personas que dependen de forma directa de la captura de anchoa y 9.000 más indirectas" en industrias saladoras, subrayó Tejedor, quien exigió a los representantes políticos que "negocien" en Europa con el consenso de los pescadores "y no a sus espaldas".
Aún así, el presidente de los pescadores guipuzcoanos no confía en la negociación que pueda llevar a cabo el Gobierno Zapatero, por lo que pidió que sea el Gobierno Vasco quien defienda los intereses de la flota cantábrica ante instancias europeas, ya que el 90 por ciento de la anchoa se desembarca en Euskadi y la mayoría de los barcos son de esta comunidad autónoma.
Tejedor, quien consideró que el Gobierno tiene otras prioridades que la defensa de los intereses de los pescadores del Cantábrico, sostuvo que si finalmente se produce esta reducción de la cuota de anchoa "habrá que tomar medidas sociales" y habilitar "fondos adicionales" para ayudar a las familias que han visto paralizada su actividad pesquera. "Las consecuencias no quiero ni imaginármelas", indicó Tejedor, quien, a pesar de todo, se mostró convencido de que no se aplicará la reducción, entre otras cosas, "por las presiones del Gobierno francés más que por las del español".