LD (Europa Press) La compañía automovilística prevé detener la actividad 15 días entre noviembre y diciembre en la línea de producción de los modelos Altea, León y Toledo (lo que afecta a 1.980 trabajadores), así como otros cinco días la línea del Ibiza en noviembre y diciembre (con 1.969 empleos en el aire). Es lo que la compañía denomina como “paros técnicos” para ajustar la oferta al derrumbe de la demanda.
Si se incluyen los trabajadores que podrían entrar en el Expediente de Regulación de empleo (ERE) la cifra aumenta hasta un total de 4.699 personas, ya que supone el paro de las plantas de Barcelona y Martorell (Barcelona) en producción directa, según explicó este viernes el presidente del comité de empresa, Matías Carnero.
Fuentes de Seat explicaron que ahora se abre un periodo de negociación con el comité de empresa para concretar la aplicación del ERE y si será rotatorio entre la plantilla, aspecto todavía sin definir. El presidente del comité de empresa, Matías Carnero (UGT), ha explicado que "Seat explota lo que le permite la ley" mediante el ERE y añadió que los sindicatos presentarán alegaciones.
Seat argumenta que la bajada de ventas en los principales mercados en los que opera la marca, en particular el español, justifica el ERE, ya que "es un hecho ajeno a la empresa y ejerce su responsabilidad como compañía para asegurar su viabilidad futura".
La empresa no prevé una reactivación económica "a corto plazo", en contra de la opinión del ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien confía en que este sector “siga creando empleo” en los próximos meses
La reducción de producción que supone el ERE, sumada a los paros previstos para noviembre y diciembre, hará que Seat finalice el año con una bajada del 5 por ciento respecto a la planificación inicial, lo que supone 21.000 coches menos.
Éxodo laboral en el sector del automóvil
Este reajuste de la producción del fabricante automovilístico español se produce después de que el 9 de septiembre Seat anunciara otra reorganización en la planta, que pasaba por la supresión del turno de noche de los modelos Altea, León y Toledo, en el que trabajan unas 500 personas, la supresión de todos los fines de semana productivos previstos para septiembre y octubre y la aplicación de medidas de flexibilidad que ya se están realizando.
La caída de la demanda también ha afectado a Bridgestone. El grupo presentó el pasado lunes lunes un ERE con suspensiones temporales de contratos para 2.804 trabajadores, de una plantilla total de 4.383 empleados, en sus plantas de Basauri (Vizcaya), Burgos y Usansolo (Vizcaya).
Junto a Seat, también Ford y General Motors anunciaron planes de recorte de plantilla hace menos de un mes. La medida tomada por la dirección de la factoría de Ford de Almussafes (Valencia) afectará a unos 1.300 trabajadores de una plantilla total de cerca de 7.000 desde el 29 de septiembre al 17 de diciembre. General Motors (GM) España tiene la intención de suprimir durante un año 600 contratos en la planta de Figueruelas (Zaragoza).