L D (EFE) En rueda de prensa, el presidente de United Auto Workers (UAW), Ron Gettelfinger , anunció que el acuerdo suponía el fin de la huelga iniciada el lunes y que los trabajadores afiliados al sindicato volverían a las factorías en el segundo turno de trabajo del miércoles. "Estamos orgullosos de este acuerdo preliminar y ansiosos por presentarlo y discutirlo con nuestros afiliados", afirmó Gettelfinger.
Poco después de alcanzar el pacto, General Motors dijo en un comunicado que incluye "un memorando de entendimiento para establecer un fondo independiente para las prestaciones sanitarias de jubilados, así como otros cambios al acuerdo nacional".
A pesar de las buenas intenciones, el acuerdo está todavía pendiente de la aprobación por parte de los trabajadores de GM afiliados a UAW, cerca de 74.000. Igualmente, el memorando de entendimiento necesitará el visto bueno de los tribunales "y una revisión satisfactoria del tratamiento contable por parte de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU". Las partes esperan que lo pactado se ratificado durante el próximo fin de semana.
GM y UAW se han negado a dar detalles de lo pactado pero filtraciones a medios de prensa locales señalan que GM financiará el 70 por ciento del fondo que será gestionado por UAW, cinco puntos más de lo que la compañía había señalado como límite máximo. Otro punto del convenio es la puesta en marcha de dos sistemas salariales para trabajadores que no ocupen puestos vitales y que sean contratados a partir de ahora. El salario menor será de 14 dólares la hora, la mitad de la cantidad actual. GM también ofrecerá bajas incentivadas a los trabajadores más antiguos.
El presidente de GM, Rick Wagoner, dijo por medio de un comunicado que "no hay duda que este fue una de las negociaciones más complejas y difíciles en la historia de las relaciones de GM y UAW".
Wagoner añadió que el pacto "nos ayuda a solucionar la diferencia competitiva fundamental que existe en nuestro negocio. Las mejoras de competitividad proyectadas en este acuerdo nos permitirán mantener una fuerte presencia industrial en Estados Unidos junto con futuras inversiones significantes".
Gettelfinger había dado el lunes la orden de paralizar los centros de trabajo de General Motors en Estados Unidos, la primera vez en más de 30 años que UAW convocaba una huelga nacional contra GM, como medida para presionar a la empresa y ante el estancamiento de las negociaciones.
La medida afectó a cerca de 74.000 trabajadores afiliados a UAW pero sus efectos se hicieron sentir en Canadá ante la falta de partes para producir automóviles. El mismo lunes, una factoría de transmisiones de GM en Canadá que emplea 1.400 personas se vio obligada a paralizar sus actividades por la falta de componentes.
El martes, otros 3.000 trabajadores de la planta número 1 de montaje de vehículos de GM en Oshawa, a unos 50 kilómetros de Toronto, también tuvieron que parar ante la falta de motores procedentes de EEUU.
Poco después de alcanzar el pacto, General Motors dijo en un comunicado que incluye "un memorando de entendimiento para establecer un fondo independiente para las prestaciones sanitarias de jubilados, así como otros cambios al acuerdo nacional".
A pesar de las buenas intenciones, el acuerdo está todavía pendiente de la aprobación por parte de los trabajadores de GM afiliados a UAW, cerca de 74.000. Igualmente, el memorando de entendimiento necesitará el visto bueno de los tribunales "y una revisión satisfactoria del tratamiento contable por parte de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU". Las partes esperan que lo pactado se ratificado durante el próximo fin de semana.
GM y UAW se han negado a dar detalles de lo pactado pero filtraciones a medios de prensa locales señalan que GM financiará el 70 por ciento del fondo que será gestionado por UAW, cinco puntos más de lo que la compañía había señalado como límite máximo. Otro punto del convenio es la puesta en marcha de dos sistemas salariales para trabajadores que no ocupen puestos vitales y que sean contratados a partir de ahora. El salario menor será de 14 dólares la hora, la mitad de la cantidad actual. GM también ofrecerá bajas incentivadas a los trabajadores más antiguos.
La postura de GM
El presidente de GM, Rick Wagoner, dijo por medio de un comunicado que "no hay duda que este fue una de las negociaciones más complejas y difíciles en la historia de las relaciones de GM y UAW".
Wagoner añadió que el pacto "nos ayuda a solucionar la diferencia competitiva fundamental que existe en nuestro negocio. Las mejoras de competitividad proyectadas en este acuerdo nos permitirán mantener una fuerte presencia industrial en Estados Unidos junto con futuras inversiones significantes".
Gettelfinger había dado el lunes la orden de paralizar los centros de trabajo de General Motors en Estados Unidos, la primera vez en más de 30 años que UAW convocaba una huelga nacional contra GM, como medida para presionar a la empresa y ante el estancamiento de las negociaciones.
La medida afectó a cerca de 74.000 trabajadores afiliados a UAW pero sus efectos se hicieron sentir en Canadá ante la falta de partes para producir automóviles. El mismo lunes, una factoría de transmisiones de GM en Canadá que emplea 1.400 personas se vio obligada a paralizar sus actividades por la falta de componentes.
El martes, otros 3.000 trabajadores de la planta número 1 de montaje de vehículos de GM en Oshawa, a unos 50 kilómetros de Toronto, también tuvieron que parar ante la falta de motores procedentes de EEUU.