Los primeros meses de año han sido bastante positivos para el sector turístico español: por la mejora de la coyuntura económica en algunos de sus mejores mercados (Alemania, Francia,...) y por las revueltas en los países del norte de África (España puede actuar como destino alternativo). Sin embargo, una amenaza en forma de huelga se cierne sobre el sector para los próximos meses.
Los 22 días convocados por los sindicatos de Aena podrían significar que muchos turistas cambiasen de planes para sus próximas vacaciones. El daño es triple: en primer lugar, por todos aquellos que fueran a salir en los días de huelga y que anulen sus reservas. En segundo lugar, por aquellos que iban a visitar España en otros días, pero cambian de destino porque no están seguros de si el paro les afectará. Y por último, por aquellos que, incluso en el caso de que se suspenda la huelga, seguirán sin venir, por si acaso. Hay pocas cosas que asusten más a un turista que verse atrapado en un aeropuerto. Y, ante la duda, muchos buscarán otras opciones.
Muchos dudan de la legalidad de la huelga, que parece más un chantaje convocado exactamente en las peores fechas (Semana Santa, verano, grandes puentes). Ahora, además, se revela como un potencial peligro para la economía española: justo en el peor momento.
Los mercados emisores de turistas hacia España han empezado a buscar destinos alternativos a los españoles, además de que ya también se observan anulaciones, debido al anuncio de una serie de huelgas en los aeropuertos españoles en las vacaciones de Semana Santa y de verano.
La patronal
El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (AEDAVE), José Manuel Maciñeiras, explicó a EFE que los turistas que ya tienen su reserva hecha, de momento, antes de anularla, esperan que la huelga se confirme, pero las reservas que deberían realizarse estos días están paralizadas y se ha incrementado la búsqueda de destinos alternativos. Dado que el anuncio de los paros que coinciden con fechas clave para el sector turístico ha corrido como una pólvora y que los mercados emisores para España lo han recogido "con exceso de celo", su efecto negativo será mayor fuera que dentro de España.
Maciñeiras precisó que los turistas extranjeros normalmente no tienen conocimientos de las peculiaridades del país y disponen de menos medios que los españoles para enterarse sobre otras alternativas disponibles para viajar en España. Dado que lo último que quieren es ver alteradas sus vacaciones, prefieren buscar otros destinos más seguros, matizó.
Asimismo, el presidente de AEDAVE consideró que el desvío de los flujos turísticos procedentes del norte de África, como consecuencia de la inestabilidad política en Túnez y Egipto, de los que se está beneficiando España, podrían interrumpirse, lo que favorecería a destinos competidores como por ejemplo Turquía. Entre las alternativas que tienen esos turistas, siempre escogerán los destinos que les ofrezcan el máximo de seguridad y, por tanto, la perspectiva de poder quedarse atrapados en algún aeropuerto es una razón de peso para evitar volar a España.
Secuelas en 2012
Maciñeiras advirtió también de que las secuelas negativas de la huelga de los trabajadores de AENA, que protestan contra la privatización del 49 % del gestor aeroportuario, podrían notarse incluso en 2012, ya que los organizadores de grandes eventos y ferias, los preparan con mínimo de un año de antelación. Este tipo de noticias produce un gran impacto en dicho segmento turístico, por lo que las posibilidades de que no vengan a España son enormes y busquen destinos alternativos son enormes, apuntó.
En el mismo sentido se manifestó la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV), que también ha empezado a notar la ralentización de las reservas de viajes. Los usuarios que ya tenían contratados viajes para Semana Santa están acudiendo para asesorarse y ver posibles alternativas de viajes en caso de que la huelga finalmente se confirme.
Según esta asociación, el daño al sector ya es patente, ya que éstos son los días de más reservas de Semana Santa, y ante el temor de una nueva huelga los usuarios retrasan la contratación de los viajes.
Además de los viajes que ya estaban contratados, las reservas de venta anticipada para el verano también han notado un descenso, en muchos casos por el miedo psicológico de los viajeros a encontrarse ante nuevas situaciones de huelga en los aeropuertos como la sucedida en el caso de los controladores.