Marc Faber no es un inversor cualquiera. Su calva y su coleta, su indisimulado acento suizo, su sarcasmo y sus profecías sobre el advenimiento del apocalipsis económico lo separan del perfil que uno asocia con los agentes de los mercados financieros. Él mismo se presenta como un outsider con motivaciones no precisamente económicas.
“En 1973 trabajaba para una empresa en Wall Street, donde ya entonces se pagaban los mejores sueldos, cuando me propusieron desarrollar el negocio en Asia. Como me resistía, me propusieron visitar la región primero para ver qué me parecía. Me enviaron a Pattaya (Tailandia), la capital mundial del pecado, donde una determinada industria de servicios nocturnos está muy desarrollada, y a las dos semanas les dije: Esto me gusta, me quedo. Ésa es básicamente mi formación como economista”.
Casi cuarenta años después, Faber que, en realidad, se doctoró en Economía cum laude a los 24 años, sigue viviendo en el Sudeste Asiático y se ha convertido en uno de los inversores más prestigiosos del mundo. Su presencia es requerida de continuo en los principales canales de información económica de EEUU y en conferencias en todo el mundo.
Recientemente dió una en el foro Mises Circle, organizado en Nueva York por el Instituto Ludwig von Mises, donde predijo que el colapso de la deuda soberana en Europa y Estados Unidos traería la hiperinflación y la guerra.
Pregunta (P): ¿Por qué está tan seguro de que nos esperan nuevas guerras?
Respuesta (R): Históricamente, siempre ha sido así. La impresión de dinero a gran escala empobrecerá mucho a las clases medias y bajas, al tiempo que enriquecerá aún más a los ricos. Cada vez que un país recurre a ello desincentiva la formación de capital y las condiciones económicas se deterioran.
En esas circunstancias siempre se echa la culpa a una minoría: se culpó a los indios en África, a los judíos en Europa y a los chinos en Indonesia. Y cuando eso tampoco sirve para nada entonces los gobiernos se meten en guerras estúpidas.
P: Pero la superioridad militar de EEUU es indiscutible. ¿Quién más puede permitirse ahora una aventura militar?
R: Eso depende. Para Estados Unidos el coste de tener a 100.000 soldados en Afganistán es muy diferente que para China. A China no le cuesta prácticamente nada. En la historia, siempre que ha habido una potencia dominante y otra en alza que la desafía económicamente surgen tensiones porque ambas quieren ejercer su influencia en los asuntos globales.
[Tras una pausa, el Doctor Muerte, apodo que recibe Faber por sus reiteradas profecías catastrofistas, adopta un tono condescendiente y alude a la nacionalidad del entrevistador para enfatizar su punto de vista...]
Mire, cada uno tiene derecho a creer lo que quiera. Si los españoles quieren creer que su Gobierno todavía es solvente entonces dejen su dinero en España y en bancos españoles. En esta vida cada uno debe tomar sus propias decisiones.
Yo tampoco pensaba hace un año que llegaría a ver la imagen de Bangkok en llamas, pero a veces estas cosas suceden. Lo que digo es que la gente debería estructurar sus activos de acuerdo a la posibilidad de que ciertas tensiones terminen por desembocar en algún tipo de guerra.
P: ¿En qué lugares pueden surgir estos conflictos?
R: China tiene una larga frontera con varios países de Asia Central. Allí habrá guerra antes o después. Por otro lado, las relaciones de Japón con Estados Unidos se han deterioriado, ya no son aliados tan estrechos y Japón podría acercarse a China. Y en el Pacífico, por donde pasa el 95% de las importaciones de petróleo de China, Corea y Japón, Estados Unidos tiene desplegados once portaaviones y varias bases militares, algo que estratégicamente a China no le conviene.
China con sus importaciones se ha convertido en un mercado mayor que EEUU para muchos países, y su influencia ha crecido mucho en Latinoamérica, África, Australia y Oriente Medio. Esto creará tensiones. No creo que vayan a enfrentarse con tanques, pero hay otras formas de hacerlo.
Por ejemplo, ¿cómo es posible que Corea del Norte, un país incapaz de fabricar bicicletas, tenga armas nucleares? Por la ayuda de China, por supuesto, que los utiliza como a una marioneta para enviar armas a donde le interesa, pero sin implicarse directamente.
P: Ya que lo ha mencionado, ¿qué opinión le merece lo que ha ocurrido en España en los últimos años?
R: Cuando España se unió a la UE sus precios eran muy bajos comparados con Francia, Alemania y otros países de la Unión. Entonces, muchos activos experimentaron una alta inflación, cuya causa es siempre una expansión rápida del crédito, y así se dio un subida colosal del mercado inmobiliario. Ése fue el problema fundamental, un excesivo aumento del crédito en el sistema.
P: Pero ese aumento del crédito afectó a todos los países de la UE...
R: Yo no he dicho que los demás estén mucho mejor. Aunque Alemania sí parece estarlo, dado el diferencial de la deuda con España.
P: ¿Entonces qué es lo que han hecho otros países mejor que España?
R: También ha influido el nivel de ahorro de cada país. No soy especialista en España así que no quiero entrar en detalles, pero está claro que algo han hecho mal, de lo contrario no tendrían problemas.
P: ¿Cuál cree que será la evolución de los mercados a partir de ahora?
R: A corto plazo los mercados de valores y de materias primas están infravalorados, y no me sorprendería que rebotaran en los próximos meses. De ahí comenzaremos a descender y se alcanzarán nuevos mínimos en octubre o noviembre, cuando harán sentir los efectos de la impresión de nuevo dinero y los paquetes de estímulo de Obama.
P: ¿Para cuándo prevé los primeros síntomas de hiperinflación?
R: No de forma inmediata. Comenzará cuando los compromisos del Gobierno [de EEUU] para los que no existe financiación -Medicare, Medicaid, Seguridad Social- se conviertan en un problema real, dentro de unos cuatro años.
P: ¿Qué contesta a quienes culpan a los mercados de la actual situación?
R: El ministro de Finanzas de Alemania dijo que los mercados están fuera de control, pero los que están fuera de control son los Bancos Centrales, que están imprimiendo dinero y multiplicando el crédito. Además, los políticos sólo se quejan de que los mercados están fuera de control cuando bajan, nunca cuando suben. Algo no cuadra en esa forma de pensar.
P: ¿En qué países recomienda invertir?
R: Todo el mundo debería tener una parte importante de sus activos, como mínimo el 50%, fuera del mundo desarrollado. En Occidente todavía se mira a las economías emergentes como a los parientes pobres, pero las ventas de coches y el consumo de petróleo y de semiconductores en esos países superan al del conjunto de Japón, Europa y EEUU. Allí se encuentran los mercados en mayor expansión y las condiciones demográficas más favorables.
[La recomendación de Faber para los próximos años hace honor a su apodo...]
Asegúrese de que tiene usted la custodia de esos activos en el extranjero porque un día, quizá, no pueda sacar su dinero de la jurisdicción en la que se encuentre.
Marc Faber: "Los bancos centrales, no los mercados, están fuera de control"
El prestigioso inversor Marc Faber insiste en que la crisis desembocará en tensiones bélicas e hiperinflacionarias por culpa de la banca central. Su principal recomendación es invertir, como mínimo, el 50% de los activos en países emergentes ya que, "quizá algún día, no pueda sacar su dinero..."
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